La Higuera

Hay lugares que por su energía atrapan, encantan y enamoran. Hay lugares con fuerza, poderosos y sublimes. Hay lugares con magia, misticismo y pasión. 

Todo esto nos atrae y nos motiva. Y es así como la humanidad construye ciudades, edifica culturas y cambia la historia. Es así como se construyó Teotihuacán, la ciudad de los dioses. 

Sin el ánimo de abundar demasiado en la parte histórica que conmueve nuestras entrañas prehispánicas, es importante referir que Teotihuacán es un lugar que consagra su majestuosidad en cada uno de las construcciones que lo engalanan: la pirámide del sol, la pirámide de la luna y el templo a Quetzalpapalotl. 

Y esa magia me motivó a participar en la carrera que año con año se desarrolla en ese poblado, justamente alrededor de la zona arqueológica. Diez kilómetro fueron coronados con una bellísima medalla artesanal, en cuyo centro reposa una piedra de obsidiana, misma que pude llenar de la energía del sol en la propia calzada de los muertos.

Estando allá decidí buscar un bello lugar para premiar mi esfuerzo y así fue como conocí La Higuera. Ubicado en una de las avenidas principales del poblado, La Higuera es una gran opción para el buen comer y para deleitarte con una maravillosa vista de las pirámides. En esta ocasión mi premio fueron unas maravillosas enchiladas con pollo, acompañadas de cafecito y pan dulce. Sobra decir que los precios son bastante accesibles y el lugar muy bien adaptado y contemporáneo. 

Además de la comida, el lugar cuenta con diversas opciones turísticas para quienes lo visitan. Desde arte urbano alusivo a la región que vale la pena ver con detenimiento, pasando por demostraciones de diferentes actividades, como el uso del maguey con su respectiva prueba de pulque, la elaboración de joyería, y el trabajo de figuras con obsidiana. Todo esto cerrando con una tienda donde cualquiera puede deleitarse con grandes creaciones, originales de sus artesanos. 

Así pues, si eres mexicano, te invito fervientemente a visitar uno de los lugares más emblemáticos de nuestro pasado, pero que a la vez está lleno de vida en nuestro presente.

¡Buen provecho!

Amante del Buen Comer