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“A la RAE que le den, atacar el lenguaje es el primer paso de la revolución”

“A la RAE que le den, atacar el lenguaje es el primer paso de la revolución”

Entornos lunes 11 de noviembre de 2019 -

Por Martha Rojas
Martha.rojas@contrareplica.mx

Cuando Cristina Morales llega a la sala de entrevistas, de su boca sale un espontáneo “¡Qué hubo!” seguido de un abrazo y las debidas cortesías del primer encuentro. Su cabello claro, a ras del cráneo por cada lado, sus ojos grandes, claros y esa habilidad que toma al hablar ofrecen atisbos de por qué la autora granadina se ha convertido en un boom literario.
Reconocida con el Premio Nacional de Narrativa 2019 (España) y el Premio Herralde de Novela 2018, la escritora es ya una de las voces más radicales y extrañas del panorama literario ibérico.
“Una propuesta radical y radicalmente original, que no cuenta con una genealogía en la literatura española y que destaca por la recreación de la oralidad, unos personajes extraordinarios y su lectura del contexto político en el que se desarrolla”, sentenció el jurado del premio de narrativa que en octubre pasado falló en su favor por Lectura fácil.
Pero la novela, también reconocida por el prestigioso sello editorial Anagrama, es todo menos una lectura fácil.
En el momento menos pensado el lector se siente secuestrado y confrontado con sus propios estereotipos, culpas y prejuicios.
“Creo que tenemos que asimilar la discapacidad con insumisión. Discapacidad como una falta de acceso a la normalidad de las cosas, la plena capacidad sería como una adecuación total a las normas de conductas establecidas”, explica la también bailarina Cristina Morales a ContraRéplica.
En lectura fácil se presentan las historias de cuatro mujeres que padecen diversos grados de “discapacidad intelectual” lo cual no les impide articular sus pensamientos en una crítica profunda y mordaz a las instituciones y los códigos sociales que aparecen como una especie de condena a la libertad e individualidad de cada persona.
“Las personas estamos acostumbradas a clasificar a las otras personas en categorías hombre, mujer, heterosexual, gay, creyente, no creyente… sucede lo mismo con esta clasificación de lo normal y lo anormal, pero en realidad ¿qué es lo que concebimos como normalidad?¿quién dice que es lo normal?”.
En su cuarta novela, la española pone de manifiesto un talento abrumador y crudo que analiza a la luz del cambio el concepto de feminismo y el control del Estado sobre los cuerpos, las opiniones y las voluntades.
Controversial desde el lenguaje límpido y crudo que usa, hasta el señalamiento de Pablo Pineda como un “macho capitalista”, Lectura fácil propone una acertada reflexión acerca de la dominación simbólica a la que constantemente se someten los cuerpos femeninos.
“Yo no puedo hablar sobre nadie que no sea yo. En la novela no doy voz a nadie que no sea yo. Está escrita en una clave realista y también un juego en el que los personajes son una excusa para hablar de radicalidad política y control. El juego es “cuanto más radical políticamente es una, mayor porcentaje de discapacidad tiene. La radicalidad política es concebida como una discapacidad y una tara para ser miembro de la sociedad. Yo no quería dar voz a las sin voz. Si yo puedo hacer algo es ayudarlas a ellas a encontrar su foro y su propia voz, pero para nada yo sustituirlas”, puntualizó.
A pesar de que Cristina insiste en que desde su perspectiva eurocéntrica no puede especular nada acerca de las realidades femeninas en América Latina, cree en que las mujeres deben liberarse de cualquier dispositivo de control y pensar por sí mismas. Asimilarse como una persona que puede decir no, pero que también está plenamente consciente de cuando puede asentir.
“En la novela hay un personaje que se llama Nati, ella es la más discapacitada y la más radical, pero ella no tiene las riendas de su deseo. Es el otro el que decide la relación sexual. Ese pasaje es muy crítico con ese feminismo que ella llama el “feminismo de la negación”. Una está legitimada para decir no, cuando no desea, no a la violencia, pero no está autorizada para ser un objeto se asentimiento, decir sí a un deseo naciente en nosotras”, agregó.
Cristina Morales entrega en Lectura fácil una obra crítica y sesuda que se adentra en las estructuras de control y disiente ante cualquier forma de normalidad incluyendo a las editoriales, los escritores, los políticos o la mismísima Real Academia Española.
“A la RAE que le den”, dice.



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JG/CR

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