En respuesta a la guerra comercial que inició Estados Unidos con el incremento de los aranceles al acero y aluminio, entre los ciudadanos canadienses se lanzó un reto que consiste en no consumir ningún tipo de producto de ese país.
Lo interesante de esta idea ha sido que 7 de cada 10 personas que residen en Canadá apoyan esta decisión y se han sumado a no adquirir artículos y alimentos estadounidenses.
Los ataques de Trump tienen un efecto en el percepción de la población de Canadá y de acuerdo a encuestas realizadas por la firma Ipsos Poll, el 70 por ciento de los canadienses buscan alguna alternativa para no consumir algún producto estadounidense.