Vaya semana que tuvo Andrés Manuel López Obrador. El martes renuncia Germán Martínez al IMSS, luego de la cual el propio el Presidente, con una sonrisa socarrona, previó que vendrían más y así fue. Josefa González-Blanco renunció a la Semarnat después de un bochornoso episodio en el que se le acusó de influyentísmo por haber provocado el retraso de un vuelo de la Ciudad de México a Mexicali.
La renuncia de Germán Martínez no es sólo la primera baja en el gabinete ampliado, sino un llamado de atención sobre lo que ocurre en el Gobierno, el sector salud y el IMSS. Mientras que la renuncia de Josefa González-Blanco si bien fue precipitada por el episodio del retraso del avión, podría considerarse previsible dado la crisis ambiental, incendios forestales, recorte en Conafor y los cuestionamientos sobre su desconocimiento acerca del impacto del Tren Maya, entre otras presiones a las que se vio sometida y, que todo indicaba, la rebasaban.
La carta de renuncia del expanista configura una especie de manifiesto. Como abogado todas las palabras vertidas en las 11 páginas denotan un cuidado extremo en los reclamos al Gobierno, pero cuidando de respaldar el proyecto de López Obrador.
Si bien la renuncia de Germán Martínez no fractura al Gobierno, como lo dijo a botepronto el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, sí sacudió sus estructuras y mostró que algunas expresiones del neoliberalismo, pese a las exequias decretadas por López Obrador, siguen rigiendo.
Martínez Cázares señaló que en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal y que algunos funcionarios tienen una influencia perniciosa y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud.
La salida de Martínez y las quejas de directores de institutos nacionales de salud se conjugaron para atraer la atención en el sector y el propio López Obrador tuvo que rechazar que existiera recorte y atribuyó al “hampa del periodismo” propalar una presunta crisis en salud. En tanto la titular de la Oficialía Mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, explicó que las compras son el segundo rubro en el que se comete más corrupción y acusó a la excesiva regulación de Cofepris el encarecimiento de medicamentos.
Germán Martínez advirtió que la burocracia paraliza al IMSS; criticó que el avance de obra y pago a proveedores esté casi en cero y que se busque reformar el reglamento para colocar desde Hacienda a funcionarios.
El ruido mediático fue tal que, de manera equivocada, muchos quisieron ver en la revelación de la lista de periodistas que recibieron recursos de publicidad oficial, un intento por distraer la atención y que el tema del sector salud pasara a otro plano.
Como se puede ver si bien las renuncias tienen impacto una más que otra en el equipo de AMLO, esto dista de ser una crisis, ¿o no?
•Editor. Actualmente director del portal
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