A unos días del primer informe de gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador hay datos, sobre todo en materia económica, que no refuerzan el optimismo de la 4T, como son las cifras del Inegi y los señalamientos de Banxico acerca de la desaceleración.
El Banco de México identifica entre los factores que han frenado el crecimiento económico, además del entorno exterior adverso, la corrupción, impunidad, inseguridad, falta de Estado de derecho e incertidumbre política interna.
Mientras el Instituto Nacional de Estadística y Geografía rebajó de 0.1 a 0 por ciento el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, debido principalmente a una caída en el sector industrial.
Si nos atenemos a dichas cifras el país prácticamente está paralizado; sin embargo, el Presidente insiste en que el crecimiento no implica necesariamente desarrollo e incluso cuestiona que aquél mucha veces sólo beneficia a unos cuantos, mientras el desarrollo, al cual apuestan sus políticas de bienestar, garantizan mejor distribución de la riqueza ybeneficios para más mexicanos.
Incluso afirma que comprobará con los propios datos del Inegi que los mexicanos están felices, declaración que porcierto le valió que el Inai solicite que lo demuestre.
Cierto es que la gran bolsa que se destina a programas asistencialistas mejora los ingresos de algunos grupos, como los jóvenes y las personas mayores, con lo cual se eleva su capacidad de adquisición y con ello la producción debido a una mayor demanda de productos, sobre todo alimentos y de salud.
Sin embargo, los recursos que se reparten en los programas de bienestar provienen de la hacienda y ésta recauda del aparato productivo, por lo cual es necesario que haya crecimiento dado que sin generación de riqueza difícilmente se fortalecerán las finanzas públicas.
Además, otro factor que está jugando contra el crecimiento es la paralización de las obras clave del gobierno de López Obrador, como el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.
En fin, la pregunta medular es ¿se puede tener desarrollo sin crecimiento?
PUÑALADAS EN MORENA
La disputa en el Senado entre Ricardo Monreal y Martí Batres evidenció que los conflictos escalan a grado tal que ha habido acusaciones sobre puñaladas por la espalda.
Ese diferendo obligó a López Obrador a hacer un llamado a anteponer el país a los intereses personales y fustigó a quienes ya “se cansaron”.
Este no es el primer conflicto dentro de Morena, ya en la elección para designar al candidato a las elecciones extraordinarias de Puebla hubo acusaciones de enriquecimiento ilícito, incluso quejas ante el Tribunal Electoral en contra del método de selección del abanderado.
Mientras en Chilpancingo, durante el informe del senador Félix Salgado, se hizo visible un andamiaje hacia la gubernatura de Guerrero y, quién sabe, tal vez por más. Estuvieron, entre otros, Mónica Fernández, Nestora Salgado, Germán Martínez, Manuel Añorve, reapareció Manuel Velasco y se hizo presente el saludo de Ricardo Monreal.
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