POR MARTHA ROJAS
Existe para los seres humanos una capacidad inexplorada, casi innata, que nos hace sobrevivir al dolor, a la adversidad de ser: la resiliencia.
Para Trinidad Ríos se trata no de
una esperanza ni de una capacidad intrínseca sino de puro instinto, de esa burla triste que significa no perecer en el mundo de las búsquedas irremediables.
Trinidad Ríos, es peruana, es una
peruana mestiza y enferma, cuyo padre -retrato del fracaso risible y triste– interpreta covers de los Bee Gees . Es también la heroína de la última novela de Gustavo Rodríguez, ( Madrugada, Alfaguara 2019) quien se da a la tarea de representar las contrariedades de las sociedades latinoaméricanas modernas.
"Madrugada es una tragicomedia
cuyo fondo suena a los Bee Gees. En esta novela, a través del personaje de Trinidad Ríos traté a de abordar cuestiones como el racismo, el mestizaje, la homofobía... rasgos aún muy presentes en una sociedad como la peruana y seguramente la mexicana", dijo el escritor a ContraRéplica.
"Perú y México aún son sociedades poscoloniales, que se originaron de un choque traumático de culturas en donde se instauró la noción de que el blanco, que viene de fuera tiene más derechos e importancia que el indio que es de aquí, y eso originó una especie de apartehid aunado a los facilidades que se otorgan según qué tan blanco te ven, Trinidad Ríos, enfrenta precisamente esta situación"
El nombre que da título a esta obra proviene de la idea de tránsito que sucede cuando se pasa de un estadio a otro. La madrugada funciona para el autor como ese periodo de tiempo que sucede como el limbo, en el que puede pasar todo o nada, y es ahí en medio de ese tránsito oscuro y sigiloso que Trinidad o alguno de los personajes de esta novela, que emplea el humor y la música como materia prima deberán confrontarse con sus propias historias.