“En Argentina todo pasa por el sexo y la política"

Martha.rjas@contrareplica.mx

“Mamá se levanta todos los días queriendo huir del bebé y él llora más”, la anterior es una de la tantas frases con las que se podría resumir Mátate, amor debut literario de la argentina Ariana Harwicz, que a diez años de ser publicado en español, regresa como nuevo de la mano de Dharma Books.

La novela no pasó desapercibida y en 2018, la traducción al inglés hizo que la autora, radicada en Francia desde 2007, fuera considerada para el prestigioso Premio Man Booker International 2018. Ese mismo año The New Yorker la describió como una de las autoras latinoamericanas más originales.

Esta novela, escrita casi una década atrás, llega en un momento en el que las consignas feministas y la lucha por el aborto legal se han convertido en el lema de fin de década. Ariana Harwicz realizó en Mátate, amor un ejercicio de premonición literaria, en el que fulmina la idea de que la madre es un ser inmaculado y perfecto, que sólo existe en su devoción hacia el hijo.

Para Harwicz no siempre es así, no sólo porque las madres tienen una personalidad inherente a su existencia como personas sino porque en la decisión de ser madre a veces no sólo influye una motivación sentimental sino social.

“Cuando yo escribí la novela no me consideraba escritora. En Argentina no había tanta literatura sobre la maternidad y el discurso político era otro. Yo siempre he mantenido cierta autonomía respecto a lo que escribo entonces me gusta pensar que es una novela que habla sobre la libertad. El personaje es femenino, pero tiene ciertas características masculina. Atributos de una buena madre, pero también de una mujer que no es madre; de una extranjera, de alguien que se mueve por los esquemas de la ilegalidad. Odia a la sociedad y trata de luchar contra eso que la oprime”, asegura a ContraRéplica la autora, quien recientemente se presentó en México en el marco de la 33 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Para Ariana, el cambio de década se traduce también en una mayor visualización de un tema que no termina de ser superado: la maternidad.

La maternidad por elección o por convivencia es, asegura la escritora, un tema tabú. En la espiral que rodea todo los tabús acerca de la maternidad están las consignas de aquellas que eligen no ser madres, de quienes eligen serlo y de quienes lo aceptan pero no lo desean. En ese tipo de decisiones, ¿De cuántos tipos de mujer estaríamos hablando?

Quizá de ninguna, porque como lo demuestra Ariana en Mátate, amor las madres no son seres impolutos. Por el contrario las madres, como cualquiera otra mujer, están sumidas en todas esas contradicciones naturales a los seres humanos.

Lleno de frases cortas que dan ganas de subrayar y guardar en algún lado, el primer libro de Harwictz nace como un exorcismo tras su primer parto. Lo ha nombrado como un electroshock, una vía donde plasmar todas las emociones salvajes que inundaron su cuerpo luego de parir. Eso se nota en la construcción narrativa, una corriente de la consciencia con un ritmo que se asemeja a los espasmos de un cuerpo purgando, donde las ideas se amontonan con mucho más delirio que orden lógico, invitándonos a explorar a una protagonista en estado salvaje, entendiendo lo salvaje como lo que no fue alcanzado por los valores de una civilización que tiene como pilar la pureza y entrega total del amor de madre.