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“En la niñez no nos enseñan que hay otra posibilidad de género” 

“En la niñez no nos enseñan que hay otra posibilidad de género” 

Ciudades martes 10 de diciembre de 2019 -

POR JONATHAN BAUTISTA
jonathan.bautista@contrareplica.mx

Jessica Marjane Durán aseguró que desde los cinco años de edad se dio cuenta de que quería ser mujer y no hombre.
Sus declaraciones se dan en el marco de la discusión que se efectúa en el Congreso capitalino para efectuar reformas al Código Civil y de Procedimientos Civiles del Distrito Federal a fin de que garanticen la libre determinación y expresión de la identidad de género a niños y adolescentes.
En entrevista para ContraRéplica, la activista Trans en México manifestó que “el tema de autopercibir mi identidad, lo hice desde la infancia aproximadamente desde los cinco años”.
“Lo fui manifestando con una serie de preguntas que hacía mi familia, de situaciones en las cuales yo no me identificaba con la identidad asignada como un niño, sino que empezaba a visualizarme dentro de mi proyecto de vida en aquellas cosas que me daban sentido, donde me percibía como una niña”, refirió.
Marjane Durán participó en el Foro por el Reconocimiento de las Infancias Trans, realizado en el Auditorio del Museo de Memoria y Tolerancia.
La también fundadora de la Red de Juventudes Trans en México describió que “a partir de ese momento, comencé a tener una desobediencia de lo que me había asignado la sociedad y lo empezaba a manifestar, pero lamentablemente no nos enseñan que hay otra posibilidad de identidad más allá de la que te asignan socialmente”.
“Considero que aunque no era consciente en ese momento, ahora lo puedo ver y nunca nos dicen que hay otra posibilidad de la infancia, o bien, que la identidad asignada no es destino”, manifestó.
Marjane relató que hasta antes de cumplir los cinco años de edad, enfrentó su cambio de identidad.
“Básicamente fue muy curioso porque todo el tiempo era percibida como un niño afeminado y creo que no se trataba de una cuestión de que se percibiera mi orientación sexual, sino una cuestión en la que se percibiera una cuestión de género”.
“Siempre trataban de corregirme sobre cómo comportarme socialmente en la escuela con mis compañeros, decían que tenía que caminar como hombre, hablar como hombre, moverme como hombre”, agregó la activista.
Ante la presión de la sociedad y las imposiciones en la escuela, así como la presión de mi familia “decidí ser desobediente a eso y desafiar lo establecido y creo que lo que más me enfrentaba era la violencia en la escuela, entre burlas e incluso la justificación de los profesores de que me atacaran”.
Narró que desde este punto: “tuve apoyo familiar, tener un espacio de escucha, ser apoyada por terapeutas, no para corregirme, sino para acompañarme dentro de los desafíos que la sociedad también tiene que hacerse responsable de la violencia que ejerce”.
Por lo anterior agregó que “incluso de lo que transmitimos hacia a otras generaciones sobre cómo no aceptar la diferencia, creo que es ya necesario el cambio de paradigmas sobre como romper eso que vivimos muchas personas durante la infancia que fue la violencia y que no hay que esperar que la sociedad esté preparada”.
Por ello destacó la importancia de las reformas sobre la libertad de que los menores de edad elijan su género e insistió en que “es necesario que veamos que la Ciudad de México, está siendo un parteaguas dentro de las 32 entidades federativas para el reconocimiento de la identidad de género”.


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JG/CR

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