¿Alguna vez nos hemos preguntado en qué piensa un soldado cuando es enviado a una misión donde probablemente perderá la vida? Los militares a lo largo de la historia han estado inmersos en diversos temas que los ubican como héroes o como villanos sin corazón porque su formación tiene como línea principal el de matar al enemigo para defender a la patria.
¿Quiénes son los enemigos de México? Bien es sabido que
desde hace algunos sexenios el crimen organizado se apoderó de gran parte del territorio nacional y aunque no era tarea del Ejército lo involucraron en la guerra contra los capos de la droga que se empoderan cada día más.
Los hechos suscitados el pasado fin de semana en Culiacán vulneraron
no solo a los hombres que visten el uniforme de soldados, debilitaron su potencial ante una sociedad que vio como centenares de sicarios humillaron a los militares que habían detenido a uno de los jefes de la droga desarmándolos porque la orden fue liberar al criminal que sobre el pecho portaba su escapulario con el santo que adoran los narcotraficantes.
Fue verdaderamente triste ver a nuestras fuerzas armadas bajar la
cabeza y escuchar la sentencia de las autoridades: los soldados fallaron en el operativo, los soldados no actuaron con inteligencia, los soldados, cometieron el error y pusieron en peligro la vida de miles de ciudadanos inocentes.
Y siempre, desde que tengo uso de razón, los militares han guardado
silencio ante las muchas acusaciones de las que han sido objeto. Hoy, en cambio, ya se escuchó la voz de muchos de ellos defendiéndose de lo que los culpan y eso me hace sentir triste, muy triste.
Era necesario que uno, dos, tres o más soldados hicieran un video casero para subirlo a las redes sociales explicando que no le habían fallado
a México, que a pesar de enfrentar la muerte ante sicarios mejor armados sí habían capturado al ya famoso chapito pero que por órdenes superiores lo habían dejado en libertad.
No tenía que ser el secretario general, Luis Crescencio Sandoval quien
diera la cara por sus muchachos y explicarle a la nación los motivos por los cuales el hijo de Joaquín, El Chapo Guzmán, estaba libre, protegido y feliz en su casa como dirían los abogados de la familia del narcotraficante.
Nuestras autoridades están dejando solos a los militares y eso es muy
peligroso porque ya empezaron a levantar la voz, ya empezaron a manifestar su malestar ante el trato de que están siendo objeto; humillarlos es condenarlos a que los delincuentes les pierdan el miedo y el respeto y es ponernos a todos los mexicanos en peligro de quedar en manos del crimen organizado.
No olvidemos que un solado tiene emociones, ideas, aspiraciones y
creencias similares a las del común de los mexicanos; son individuos que se esfuerzan por forjar un país de paz y prosperidad; son hombres y mujeres deseosos de ver y disfrutar cada día de una nueva oportunidad, y que quisieran ver libres y contentos a los ciudadanos que creemos en ellos.
•Egresada de la escuela de PCSG. Exdiputada constituyente. Defensora
de los animales y fundadora de "Ángeles Abandonados".