“La UNAM está lista para que una mujer tome las riendas”

Seguir construyendo la autonomía de la UNAM, rediseñar una estrategia de seguridad, elevar la calidad de la educación en el bachillerato e implementar un programa para incentivar a los jóvenes en la cultura y el deporte, son algunas propuestas que integran el plan de trabajo de la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Angélica Cuéllar Vázquez, quien como aspirante a la Rectoría asegura que la máxima casa de estudios está lista para tener a una “mujer rectora porque tiene una visión distinta de ver y realizar las cosas”.

En entrevista con ContraRéplica, la doctora en Sociología por la UNAM y la Universidad de Milán es la única mujer que se registró para participar en este proceso, en el que la Junta de Gobierno elegirá en noviembre al próximo rector para el periodo 2019-2023.

Doctora, ¿qué hacer con la inseguridad, que es una de las mayores demandas de la comunidad universitaria?

Este debe ser un trabajo serio y a largo plazo que tiene que partir de diagnósticos muy claros de nuestros entornos. No son los mismos entornos de Ciudad Universitaria que los planteles que se encuentran en el Estado de México, que los CCH y las prepas. Entonces, tenemos que partir de diagnósticos muy claros de cuáles son nuestros puntos vulnerables en cada una de nuestras escuelas en la Ciudad de México y en el interior del país, para partir de ahí y diseñar políticas específicas y claras. Hay que diseñar estrategias con las autoridades desde delegacionales hasta las de la capital del país para crear también estrategias de prevención y de contención del delito.

Uno de los problemas, sobre todo en CU, es el del narcomenudeo, ¿qué propone para enfrentar este ilícito?

Ese es otro problema que también se tiene que atacar a partir de diagnósticos muy claros para saber cómo operan estas personas, dónde están incrustadas, dónde están instaladas, cuáles son las redes que las protegen fuera y dentro de la Universidad. Hay que buscar la manera de desmantelar estas prácticas, estas redes y poco a poco ir socavando su área de influencia y la forma en que realizan estas actividades ilícitas.

Entonces, un primer paso en caso de que sea elegida rectora de la UNAM, ¿será realizar estos diagnósticos?

Sí, claro. Si yo soy elegida por la Junta de Gobierno, en el tema de seguridad, lo primero que haré son diagnósticos para saber cuáles son nuestros puntos vulnerables, cómo operan las personas que entran, por ejemplo, a CU para delinquir. Esto es muy indispensable para después construir una estrategia.

¿Y qué haría en el caso de los espacios de Ciudad Universitaria que están ocupados ilegalmente, como el Auditorio Justo Sierra?

Pienso que se puede explorar la posibilidad de saber qué son esos grupos, que no pertenecen a la comunidad universitaria y que han privatizado espacios para muchos usos. Y no hay ninguna legitimidad en esos actos. El Auditorio Justo Sierra ya tiene más de

17 años tomado a pesar de que es un patrimonio de todos los universitarios. Hay que explorar cuáles son estos grupos, cómo operan, qué hacen en nuestras instalaciones para poco a poco irlos desmantelando junto con las autoridades. Eso sí, sin el uso de la violencia.

¿Cómo se siente al ser la única mujer en este proceso. La comunidad universitaria está lista para tener a una mujer rectora?

¡Por supuesto! Y con los otros contendientes tengo una relación de cordialidad, con el doctor Enrique Graue, con Pedro Salazar…Yo me siento muy bien y estoy segura de que la UNAM está preparada para que una universitaria tome las riendas de esta gran institución. Que mis otros compañeros que están en esta ruta sean varones, no me disturba para nada. Me siento muy animada y sobre todo, muy segura. Creo que es importante que una mujer esté también buscando la Rectoría, porque también se manda un mensaje a la sociedad: que las mujeres estamos preparadas para ocupar cualquier cargo.

¿Ya es tiempo de que la UNAM tenga una rectora?

¡Claro! Imagínese lo que esto significaría porque nuestra máxima casa de estudios nunca ha tenido a una rectora. En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales soy la segunda mujer en el cargo, de muchos. Y si la Junta de Gobierno me favorece y me da la confianza para que yo asuma el cargo, sería la primera mujer en la historia al frente de la UNAM.

¿Existe piso parejo para quienes aspiran a ser el próximo rector de la Universidad?

La comunidad se está expresando de acuerdo a sus inclinaciones. Yo he tenido adhesiones que no esperaba y que celebro mucho. La gente se está moviendo y se está manifestando libremente.

¿Cuál es su opinión en torno a eliminar los exámenes de admisión?

Quitar el examen de selección no aumenta en automático la matrícula.

Aquí hay un malentendido. No podemos tener más alumnos porque no tenemos capacidad de tenerlos en el sistema escolarizado con aulas, profesores y con clases presenciales. Esto no es en automático, que quitas el examen y mágicamente crece la matrícula, eso, insisto, no es real. Hay límites. De hecho, la UNAM ha sido muy generosa y muy sensible para ampliar su cobertura lo más que se pueda. Aquí hay otro problema que siempre remarco: la obligación de dar a los jóvenes educación media y superior, no es de la UNAM es del Estado. Entonces, la Universidad no tiene por qué eliminar su examen de selección, porque además es autónoma.

Si nosotros pensamos en hacer crecer la matrícula, tendríamos que pensar en las nuevas tecnologías, fortalecer plataformas, el sistema de educación a distancia, poner cuidado de que en este último crezca la eficiencia terminal.

Incluso también el Ejecutivo federal ha hablado de que las universidades públicas eliminen sus cuotas, cuando la de la UNAM es de apenas 20 centavos.

Exactamente. Esa cantidad ya no puede considerarse actualmente como una cuota. Y también la UNAM es pública y gratuita, y es la que

tiene una mayor cobertura en el país y con una calidad y con un proyecto cultural muy grande.

¿Qué es lo que le duele hoy en día a la UNAM?

La inseguridad, el narcomenudeo, la aparición de estos grupos que irrumpen en una marcha y tratan de provocar confusión y desorden. Estos son problemas que existen y que tendríamos que empezar a ver cómo los enfrentamos.

¿Cómo hacer que los jóvenes universitarios se inclinen por la cultura y de deporte y no a la delincuencia?

Creo que para todos los universitarios, el arte, la cultura y el deporte tienen que ser una parte constitutiva de su formación. Hay que realizar programas muy robustos para que todos los jóvenes tengan acceso a eventos de esas tres actividades.

Hay que impulsar campañas de sensibilización para hacerle ver a ese sector que la vida sedentaria no es conveniente, y para cambiar hábitos alimenticios. México ocupa el primer lugar en jóvenes y niños con diabetes y esto es gravísimo.

¡Qué es lo que ofrece usted a la Universidad, que no han hecho sus contrincantes?

Dos cosas: la mirada desde las Ciencias Sociales y otra, mi mirada femenina.