¿Nuevos partidos políticos?

El pluralismo es uno de los elementos que sustentan la libertad. Es fundamental que todas las manifestaciones políticas encuentren canales de expresión institucional. No obstante, la noticia de más cuarenta organizaciones solicitando registro como partido político ante el INE, me parece un poco inquietante.

Es verdad que no todas obtendrán su registro. Es preciso pasar procedimientos y cumplir una lista de requisitos legales antes de quedar inscritos como partido político nacional. También es cierto que el descrédito de los partidos tradicionales produce necesidad de nuevas opciones con el fin de refrescar la legitimidad del sistema partidista. Aún así, el desfile de figuras en busca del ansiado registro no permite alimentar mucho optimismo. César Augusto Santiago, Elba Esther Gordillo, Gabriel Quadri, Felipe Calderón y Margarita Zavala no representan precisamente vientos de renovación para la vida pública mexicana.

El gran politólogo español Ludolfo Paramio dijo alguna vez que el PRD sobrevivía mediante “reciclaje de desechos” del PRI. Hoy parece que estamos viendo reciclaje de desechos de todo el sistema partidista. Desde luego, son muchas las diferencias entre estos personajes, pero todos coinciden en que ya tuvieron una oportunidad política con otros partidos y cuando éstos dejaron de serles funcionales, optaron por crear una franquicia propia. De lo que se trata o debería tratarse, frente a la naciente hegemonía de Morena, es de la irrupción y consolidación de liderazgos completamente nuevos, representativos de grupos hasta ahora excluidos, no de trayectorias desgastadas por una larga cola de acusaciones detrás.

En todo caso, me cuentan que una de las organizaciones solicitantes de registro como partido político nacional está ligada a Pedro Kumamoto. Es, hasta el momento, uno de los pocos que podría constituirse como alternativa novedosa. Del otro lado, hay más de cuarenta organizaciones sobre las cuales todavía no sabemos mucho, vale decir, nada. Los compañeros de la prensa no tienen obligación de darles seguimiento hasta que obtengan el registro, así que por ahora, ignoramos todo sobre los grupos que representan.

No da la impresión de que el PRI y el PAN vayan a despertar de su letargo, antes bien, parecieran destinados a hundirse en el marasmo de su desprestigio. Con todo, supongamos que obtienen el registro diez de estas nuevas organizaciones políticas. La pulverización de los esfuerzos opositores no le sirve a nadie sino a Morena. Es el viejo libreto del PRI. Divide y vencerás. Entre mayor el número de adversarios partidistas, menor la posibilidad de que alcancen porcentajes electoralmente amenazantes para el nuevo partido hegemónico. Volveríamos a las elecciones con ocho o 10 candidatos presidenciales, la mayoría perdiendo su registro por falta de votos y todos abajo del candidato o candidata oficial por más de 40% o 50% de las preferencias. El futuro político mexicano se asemeja demasiado al pasado. Huele a restauración autoritaria.