Esta es una historia de terror, Jimmy Aldaud nació hace 41 años en Irak y a los pocos meses fue llevado a Estados Unidos, llegó junto con su familia para establecerse en Detroit donde vivió casi toda su vida hasta que fue deportado por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por su siglas en inglés) a su país de origen, donde al no tener familia y no hablar el idioma, murió.
Desconocía la ciudad, la cultura y lo más
grave: el idioma, era un extraño en su propio país; sin embargo, no pudo comunicarse para conseguir insulina que le ayudara a controlar la diabetes que lo aquejaba.
Jimmy Aldaud fue condenado penalmente
en Estados Unidos como responsable de “conducta desordenada”, su abogado y amigo de la familia Edward Bajoka responsabilizó tanto al presidente Donald Trump como al mismo Servicio de Inmigración de la muerte de su defendido. “Llegó a un país extraño, a un lugar donde nunca había estado, que desconocía y que simplemente le era ajeno”.
Jimmy explicó su abogado, siempre vivió
angustiado ya que se sabía ajeno al país que él consideraba como suyo debido a que nunca
pudo regularizar su situación migratoria. Vivió 41 años en Estados Unidos, estudió y trabajo en lo que pudo y el gobierno siempre le dijo: no, tú no eres estadunidense.
Después de la deportación de Jimmy Aldaud
y su posterior muerte, el caso tomó mucha relevancia entre la comunidad. El congresista por Michigan, Andy Levin, encabezó un movimiento en el que señaló: “Jimmy nunca debió haber sido deportado a Irak por los peligros que ello entrañaba para su salud e integridad física.
Tanto los demócratas como los republicanos
hemos pedido reiteradamente al poder ejecutivo que cese la deportación de personas tan vulnerables, ahora alguien ha muerto”.
El abogado Bajoka manifestó ante las autoridades de ICE que Aldaud padecía de
esquizofrenia, por lo cual su salud mental estaba alterada y esa fue la razón principal de algunos problemas legales en los que se vio envuelto. Estaba diagnosticado, medicado y en tratamiento, pero con su expulsión de Estados Unidos todo cambió, vino un final temprano e inesperado.
Datos de Pew Research Center, estiman que
el total de ilegales en Estados Unidos supera los 20 millones, de ellos 58 por ciento provienen de México; 22 de otros países de Latinoamérica (principalmente de Centroamérica), 13 de Asia, 6 de Europa y Canadá, y 2 por ciento de África y el resto del mundo.
•Doctora en Relaciones Internacionales .
ncalmarosa@gmail.com