Me lo topé en el aeropuerto, fuimos compañeros de vuelo,
después de varios minutos de charla entendí el porqué de su preocupación…
“Estoy al frente de la oficina de México,
como todos los días leía el periódico y encuentro una información que involucra a la empresa para la cual trabajo y ni enterado de la situación…”
Simplemente estaban en el ojo del
huracán, que una operación tan normal como cualquier otra sucedida hace cinco o seis años, se presentaba ahora envuelta con la etiqueta de problema que involucraba el prestigio, seriedad y buen nombre.
“A finales de 2013 un cliente potencial buscó nuestros servicios fiduciarios, lo remitimos a la oficina donde lo
atenderían de la mejor forma, en la que hablaban su idioma y los horarios eran similares a donde vivía”.
“Quería abrir un fideicomiso en Nueva
Zelanda para proteger sus inversiones, además de aperturar una empresa y que la administráramos. Los resultados después de casi un año fueron que realizamos a solicitud del cliente la cobranza de una cantidad que le adeudaban y posteriormente la transferimos a una de sus empresas, estas acciones dentro del marco legal”.
¿Y en todo esto, dónde está el
problema, qué es lo que te preocupa?- le pregunte.
Resulta que un portal de noticias señaló que Fidemont Internacional se vio
involucrado en manejo poco claro del dinero de Gustavo Massuh. El mismo hombre de la operación tan común que realizamos hace seis años. El dinero que cobramos en su nombre y lo transferimos a una empresa de su propiedad, una operación sin mayor problema y de lo más normal entonces.
El representante de la fiduciaria de
origen suizo me explica… “el periodista que publicó los hechos, por una lectura apresurada de su parte o una redacción confusa al desarrollar la historia, hace parecer que Fidemont Internacional está involucrado en las operaciones posteriores que resultaron ser ilegales ya que, el dinero que depositamos en la cuenta de Gustavo Massuh, parte o en su totalidad, lo utilizó para sobornos, según una investigación judicial que se realizó en su natal Ecuador”.
Y continua con la explicación de lo
que él considera un error … “en este reportaje no tomaron en cuenta nuestra opinión como lo hicieron con otras empresas o personas mencionadas, lo publicado da a entender que nosotros movimos dinero de Odebrecht, nada más lejano a la realidad”.
Y cuáles han sido las consecuencias,
pregunté… “varios de nuestros clientes nos han llamado y preguntado sobre la veracidad de la información, el buen nombre del que gozamos, el prestigio y, la imagen que nos hemos forjado durante 15 años de trabajo viene a ponerse en entredicho… no hay razón, todo por un error… pero lo estamos aclarando”.
¡Qué historia verdad!
Doctora en Relaciones Internacionales
ncalmarosa@gmail.com