A un año de su apertura, Los Pinos es el tercer museo más visitado de CDMX

Martha.rojas@contrareplica.mx

A un año de su conversión y apertura como espacio, el Complejo Cultural Los Pinos se posicionó como el tercer museo más visitado de la Ciudad de México al recibir a 2.8 millones de visitantes.

El espacio -que actualmente alberga tres exposiciones permanentes: De lo perdido a lo que aparezca, con 33 piezas artísticas halladas en las habitaciones y bodegas de la exresidencia; El Espíritu del 68, una compilación fotográfica dedicada al movimiento estudiantil, y Escultura de la Tierra. Cerámica Mexicana- es también el proyecto más ambicioso del presente sexenio, pues la apertura de la que hasta el 1 de diciembre de 2018 había sido la residencia presidencial es sólo el inicio del Proyecto Chapultepec, una mega obra ecológica y de infraestructura que contempla la creación de una cuarta sección del bosque.

Tal y como el presidente Andrés Manuel López Obrador en abril pasado la obra está a cargo del artista Gabriel Orozco, autor también del esqueleto de ballena que cuelga en la entrada de la Biblioteca Vasconcelos y por la que el gobierno de Vicente Fox Quesada pagó tres millones de pesos.

En está ocasión, el mandatario aclaró que la empresa cultural que emprenderá el próximo año y que, según sus estimaciones, quedará concluida mitad de sexenio una donación por parte de Orozco.

En concordancia con ello la partida presupuestal de 2020 en el ramo de la cultura incrementó un 3.6 por ciento con respecto al ejercicio fiscal de 2018. En teoría, supone una partida de 13 mil 367 millones 480 mil 531 pesos de la que se destinará un 12 por ciento (mil 668 millones de pesos) a un proyecto que apenas existe en el ámbito de las ideas.

En ese sentido varias personalidades del ámbito artístico y cultural han manifestado su inconformidad respecto a la distribución del gasto puesto que, si bien, la presente administración ha aumentado el gasto en programas de lectura y participación cultural- como los llamados Semilleros Creativos, de los cuales operan 339- ha limitado otras áreas como la entrega de becas, la reducción del presupuesto para diversos organismos de ciencia y comunicación como el Conacyt, IMCINE, o el Canal 22 que -como informó ContraRéplica el pasado 1 de noviembre- tuvo que recurrir a la venta de espacios publicitarios para completar los gastos derivados de su operación.

Lo cierto es que existe una incomodidad por las élites que anterior y continuamente se beneficiaban del otorgamiento de becas o de la operación de ciertos mecanismos de los medios de comunicación. Sin embargo, el alcance de la política emprendida por el presente sexenio en materia de cultura sólo será medible o previsible quizá cuando los niveles de reflexión y, no sólo esparcimiento ciudadano, se revelen en una disminución de los índices de racismo, del analfabetismo funcional y en un aumento de la participación ciudadana en rubros a los que la mayor parte de la población se ve restringida.

De acuerdo con el último estudio realizado por el Centro Kumon un 34 por ciento de estudiantes en México de nivel medio superior es analfabeta funcional.

Los resultados de las políticas culturales, basada en la distribución equitativa, sólo será medible en tanto las personas