Fiel a su estilo, Donald Trump aguó la fiesta con una serie de tuits este domingo.
El presidente de Estados Unidos aseguró que, entre lo acordado con México, hay varias cosas que no se han mencionado, “una en particular”, y que la dará a conocer cuando lo considere conveniente.
Así, de tajo, el jefe de la Casa Blanca aplacó el ánimo festivo despertado tras el acto en Tijuana, Baja California, donde diferentes sectores manifestaron su apoyo al Presidente Andrés Manuel López Obrador y reconocieron la labor del Canciller Marcelo Ebrard durante las negociaciones con funcionarios estadunidenses para impedir la imposición de aranceles progresivos a los productos mexicanos y que, de haber fracasado, habrían entrado en vigor este lunes.
El acuerdo, según la cancillería, suspendió de manera indefinida los aranceles, pero compromete a México a efectuar una serie de medidas encaminadas a impedir el paso de migrantes irregulares hacia Estados Unidos, incluido el despliegue de un importante contingente de la Guardia Nacional en la frontera sur, así como recibir a 8 mil migrantes deportados o en espera de recibir o no asilo en la Unión Americana.
El Canciller Marcelo Ebrard aseveró en el acto de Tijuana que no sería honesto afirmar que se obtuvieron todos los puntos planteados por México, mientras el Presidente López Obrador dijo que los compromisos se cumplen, pero que su Gobierno está comprometido con el respeto a los derechos humanos, ante un contingente que se concentró frente al famoso Arco del Milenio.
Son encontradas las posturas ante lo que sucedió en Washington, por lo que resulta de suma importancia que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador dé una muestra de transparencia y difunda con toda claridad qué fue lo que se firmó, a qué se comprometió México a cambio de conjurar los tan temidos y dañinos aranceles.
Las posiciones respecto del acuerdo van del triunfalismo al derrotismo. De quienes celebran como una victoria el convenio a quienes ven que Estados Unidos puso de rodillas a México. Sin embargo, éstos últimos olvidan o no quieren ver que lo que sucedió en Washington no fue una negociación convencional entre iguales, sino un diálogo entre países con economías asimétricas.
Así que para atajar las suspicacias y la desinformación el gobierno debe demostrar que en verdad hace las cosas diferentes a las administraciones anteriores y detallar en qué consiste el acuerdo de manera puntual, a fin de no dar espacio a las especulaciones en torno a lo que México aceptó... e incluso ante los nuevos amagos de Trump.
Cierto es que ya muchos critican el endurecimiento de la política migratoria mexicana para cumplir con el pacto con Washington y se escandalizan con el hecho de que México será de facto un “tercer país seguro”. Pero también es verdad que, ante un perfil como Trump, la pesadilla puede ser aún peor.
•Editor. Actualmente director del portal
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