Aguiar lanza “¡Ya basta!” ante alza en delincuencia

“Cuando la barbarie campea y el dolor y la impotencia aumentan a causa de los secuestros y homicidios, ninguna autoridad ejerce debidamente”, valoró la Arquidiócesis de México, que dirige el cardenal Carlos Aguiar Retes, quien lanzó un ¡ya basta!, para que se ponga freno a estos ilícitos.

“Es triste y doloroso constatar la magnitud de crímenes y abusos que son consecuencia del corazón humano marcado por el egoísmo, la ambición, el sinsentido. Y ciertamente el dolor y la impotencia aumentan cuando la barbarie campea sin que autoridad alguna ejerza debidamente su responsabilidad”, puntualizó.

En el editorial titulado No nos resignaremos al mal, publicado en el semanario Desde la Fe, la jerarquía de la Iglesia Católica externó que la omisión, descuido o ineficacia de “nuestros gobernantes, tristemente compiten con el dolor causado por la mano criminal”.

Señaló que tal parece que las autoridades, la ciudadanía y los medios de comunicación se acostumbraron a vivir con altos índices de delincuencia.

“En ocasiones da la impresión de que gobernantes y medios de comunicación, lo mismo que ciudadanos de a pie o expertos de todo tipo, nos vamos habituando y hasta alentamos la conducta criminal; no aplicar con oportunidad y claridad la justicia, dar preferencia a la nota roja, viralizar morbosamente las escenas de cualquier abuso, o dejar los crímenes en mera estadística, son prueba de una injusticia domesticada, del mal social cotidiano que aspira a ser parte del horizonte”, dijo.

En este sentido, el cardenal Carlos Aguiar refirió que a lo largo de los años se han escrito varios slogans, como el ¡Ya basta!, ¡No más sangre!, y ¡Ni una más! que representan gritos desesperados que jamás debieron existir.

“Éstos son consecuencia de la impunidad cultivada por décadas y son muestra de la ineficacia de gobernantes con discursos que no aterrizan en la justicia y que no abonan al respeto y la concordia”, destacó.

La jerarquía eclesiástica consideró que sumarse “a las condenas del mal”, no ayuda en nada, al contrario, empobrece.

Y demandó la urgencia de programas que le apuesten a la educación y a los valores, pues consideró que casos como los de Norberto Ronquillo, Alexis Flores, Carlos Sinuhé, entre otros, constituyen un reclamo incisivo para terminar con la violencia y con la impunidad.