POR JONATHAN BAUTISTA
El secretario de Salud, Jorge Alcocer, reconoció que en México hay irritación social ante el fracaso que heredó la administración de Andrés Manuel López Obrador en seguridad social debido a que hay 20 millones de personas sin atención médica.
Afirmó que dicho problema es derivado de una inequitativa distribución
de personal médico e infraestructura de baja calidad, lo que ha generado que en enfermedades como la diabetes el veinte por ciento de la población enfrente complicaciones en los sectores rurales y más pobres.
Alcocer señaló lo anterior al comparecer ante el Senado, e indicó que el
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) vio mermado sus ingresos, tras sustituir la cuota patronal proporcional por una cuota fija, esto pese a que la aportación de Estado registró un alza del cinco al treinta por ciento del total de sus ingresos.
El funcionario aclaró que el gobierno
va por el reconocimiento de la “muerte digna” y ratificó la desaparición del Seguro Popular, al señalar que el fracaso de ese programa dejó a veinte millones sin atención médica.
Añadió que aumentó en 34 por ciento la muerte materna entre los sectores
más pobres, y se elevó en 41 por ciento el gasto del bolsillo -cuando en El Salvador es del 27 por ciento- y rezagó a los sectores más pobres de servicios de salud de calidad.
Durante su exposición ante la Comisión de Salud, Alcocer subrayó que
la problemática que enfrenta el sector salud, al negar que se trate de un problema de presupuesto, inclusive el Ejecutivo le ha instruido a pedir recursos más allá de lo que apruebe el Legislativo.
De igual forma recalcó que este
conjunto de elementos “ha resultado en una creciente irritación social con el sector público y en una conflictiva laboral insólita”.
El secretario durante su comparecencia por la Glosa del Informe Presidencial, refirió que la corrupción y el
mal manejo de los recursos públicos en la compra de insumos, medicamentos, equipo, obras, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, generó una situación “caótica y conflictiva”.
Puntualizó: “Hay una distribución desigual para la salud tanto para el sistema de población abierta como de seguridad social”.