El Presidente Andrés Manuel López Obrador puso la lupa en el Sector Salud. Ahora, por diferentes frentes se vigilan licitaciones y comportamiento de funcionarios.
Se dice en los pasillos del poder que, en fechas recientes, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, y la subsecretaria Asa Christina Laurell han sido blanco del “fuego amigo”.
Las malas lenguas aseguran que los dardos fueron lanzados por Mauricio Hernández Ávila, actual director de Prestaciones Económicas y Sociales de IMSS.
No hay que olvidar que este funcionario imputó al gobierno de Felipe Calderón manipular las cifras de infectados y muertos por la influenza AH1N1. Afirmó que fueron 9.5 millones los infectados y 8 mil los muertos En ese entonces, saltó el exsecretario José Ángel Córdova Villalobos y desmintió.
Fueron 72 mil 548 los infectados y mil 316 los muertos. En el trance de esa crisis, Hugo López-Gatell Ramírez dio otro raspón a su jefe el doctor Alcocer Varela con el delicado tema del tamiz neonatal.
Así la cadena de desaciertos, ya que el médico Pedro Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y Finanzas, acusado por negligencia y prepotencia se encargó de “levantar” a los médicos residentes de varios hospitales, con el supuesto control de plazas.
Los golpes son bajos y sin ni siquiera anestesia local. Todos los mencionados, exdirectivos y exfuncionarios de los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Sin duda, hábiles, pero también invasivos que llegaron al gobierno de la Cuarta Transformación y quieren mantenerse en el poder.
VENTANAL
Después de la obligada disculpa sobre el feminicidio de la estudiante Lesvy, ofrecida por la Procuradora de Justicia capitalina, Ernestina Godoy, dentro de esa dependencia quedan dudas sobre corregir los errores.
Ya se asegura que las responsables de emitir una serie de tuits que revictimizaron a la víctima y la descalificaron que obligaron al entonces titular Rodolfo Ríos a borrarlos y reconocer las fallas, las mismas dos funcionarias siguen en activo y laborando en el área de Comunicación Social.
Una de ellas, Marisela N fue la encargada de elaborar la redacción de los mismos, pero no fueron revisados antes de emitirse.
Su jefa, de nombre Cinthya, responsable de supervisar todo lo que sube a las redes no los verificó y además realizó una defensa de Marisela, al final de cuentas, ambas siguen laborando, situación que a algunos de sus compañeros inconforma todavía.