Ante la falta de respuestas, PF lanzan ultimátum al Gobierno

Luego de que su protesta a las afueras de Palacio Nacional no fue atendida, al no ser recibidos por el Presidente Andrés Manuel López Obrador ni alguna otra autoridad, Policías Federales advirtieron que si para mañana a las 13:00 horas no hay respuesta a sus peticiones tomarán “medidas de inmediato, medidas contundentes”.

Aunque no aclararon de que se tratan estas “medidas”, los elementos policíacos señalaron que dependerán de la respuesta que obtengan por parte de las autoridades federales.

Ayer, alrededor de 50 agentes de la corporación y sus familiares, se manifestaron en las puertas de Palacio Nacional para insistir respeto a sus derechos humanos y laborales, en el marco de su proceso de incorporación a la Guardia Nacional.

Durante el sexto día del paro de labores, y luego de que el Presidente dijera por la mañana que la Policía Federal “no está a la altura de las circunstancias”, la representación de los uniformados se mantiene a la espera de que se reanuden de un momento a otro las negociaciones correspondientes.

En compañía de su abogado, Enrique Carpizo, representantes de 600 inconformes con la transición a Guardia Nacional, demandaron un encuentro directo con el Jefe del Ejecutivo y con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, a quien acusaron de incumplir los compromisos contraídos hasta el momento.

Los policías desahogaron su protesta en los momentos en que, dentro de Palacio Nacional tenía lugar la reunión del Consejo de Seguridad Pública, encabezada por López Obrador y Alfonso Durazo.

En tanto, Enrique Carpizo, sostuvo que las autoridades “no han querido dar ninguna respuesta a las peticiones luego de que se comprometieron públicamente a hacerlo. Por eso vienen los policías a solicitar una audiencia al Presidente, y que, Durazo dé la cara”, subrayó.

Además, hijos de algunos policías protestantes, portaron pancartas en las cuales se leían consignas como: “Yo apoyo a mi papá federal”, mientras que los quejosos reiteraron que no existen certezas ni garantías en el respeto a la preservación de sus actuales prestaciones.

También denunciaron actos de discriminación en su contra, tanto por la existencia de tatuajes como por problemas de salud o enfermedades.

Los agentes lanzaron también consignas en las que decían que lo que hoy ocurre “es la misma porquería” de antes, y se dijeron dispuestos a llevar su protesta hasta las últimas consecuencias.