Aprueban revocación de mandato; va a congresos

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Los diputados federales aprobaron las reformas constitucionales que posibilitan la revocación de mandato del Presidente de la República y la consulta popular, las iniciativas pasan a los congresos locales para su validación.

Estas “representan la promesa cumplida del Presidente Andrés Manuel López Obrador que realizó a lo largo de su campaña política y que es uno de los ejes para erradicar la corrupción”, afirmó en entrevista el coordinador de la bancada de Morena, Mario Delgado.

La Cámara de Diputados aprobó, en lo general, las reformas constitucionales. Los cambios fueron avalados por 372 votos a favor y 75 en contra.

La revocación de mandato podrá convocarse cuando lo solicite el 3 por ciento de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal de Electores (alrededor de 2.7 millones) distribuidos en 17 entidades federativas. Se solicitará ante el INE que tendrá 30 días para verificar requisitos y posteriormente se pronunciará.

Para que la revocación tenga luz verde, 40 por ciento de los electores inscritos en el listado nominal deberán participar y la mitad más uno votar a favor.

A diferencia de lo propuesto por Morena, no podrá coincidir con la elección intermedia; deberá realizarse durante el cuarto año de gobierno.

El Instituto Nacional Electoral será responsable del cómputo y de comunicarlo al Ejecutivo; la resolución podrá ser impugnada ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que también hará el cómputo final como ocurre en cualquier elección federal.

De revocarse el poder presidencial, el titular del Congreso fungirá como presidente interino en tanto el propio Congreso elije, en un plazo de 30 días, al nuevo presidente.

Las consultas populares también serán organizadas por el Instituto Nacional Electoral, una vez al año. No podrán ser sometidos a este ejercicio los derechos humanos, los ingresos, los egresos, la seguridad nacional, entre otros temas.

La diputada priista, Dulce María Sauri, recordó que una modificación del Senado hizo posible que el poder de solicitar la revocación recayera en los ciudadanos y no en el gobierno.

Elías Lixa del Partido Acción Nacional, aseguró el dictamen era una “estafa para el pueblo de México”, pues las consultas y la revocación estaban sujetas a la “suficiencia presupuestal”.

Luis Fernando Salazar, expanista y ahora diputado federal por Morena, acusó a sus excorreligionarios de “esquizofrenia política”.

“Usan una narrativa perversa, quieren hacer realidad algo inexistente; la consulta popular empodera a los ciudadanos”, dijo y su afirmación provocó gritos de sus excompañeros de bancada.

Ninguno de los cambios propuestos por diputados federales de oposición fue aprobado.

La votación en lo particular (de los artículos que habían sido reservados con la intención de cambiarlos) fue de 356 votos a favor y 84 votos en contra.