Una de las lesiones más aterradoras para un deportista de cualquier nivel es la ruptura del talón de Aquiles. Muchas trayectorias han terminado por esta dolorosa situación médica en la parte trasera del tobillo.
En el baloncesto profesional de la NBA han existido muchos jugadores que luego de sufrir esta lesión sus rendimientos han bajado notablemente e incluso han recurrido mejor al retiro.
Hay que decirlo una lesión que requiere forzosamente cirugía y que su rehabilitación va de 8 meses a un año mínimo. La paciencia tiene que ser una virtud para poder salir adelante en este doloroso contratiempo y no acelerar tiempos de recuperación, que a la postre afecten más al deportista.
Este año la súper estrella Kevin Durant de los Golden State Warriors fue el más reciente caso de ruptura del talón de Aquiles, pero también su compañero De Marcus Cousins tuvo este problema el año anterior.
A lo largo de la historia del circuito profesional del mejor baloncesto del mundo podemos mencionar otros jugadores que sufrieron esta misma lesión como Maurice Taylor de Houston Rockets, el Halcón de Atlanta Dominique Wilkins, Kobe Bryant con los Lakers de Los Ángeles, Isiah Thomas de los chicos malos de Detroit Pistons, también de los Pistones Chauncey Billups, Gerald Wilkins de los Knicks de Nueva York, Christian Laettner con los Minesota Timberwolves, solo por mencionar algunos.
▶ Como vemos ninguna estrella se puede salvar, es una lesión que a cualquiera le puede ocurrir, inclusive sin contacto alguno del jugador contrario. Estamos hablando de una de las peores cosas que le pueden pasar a un jugador de baloncesto.
Para entender un poco más de esta lesión nos preguntamos: ¿Que es el tendón de Aquiles?
De acuerdo a la explicación médica. Es la extensión tendinosa de los tres músculos de la pantorrilla: gastrocnemio, sóleo y plantar delgado. En los humanos, este tendón pasa por detrás del tobillo y es el más grueso y fuerte del cuerpo. Mide unos 15 cm de largo y empieza cerca de la mitad de la pierna, pero recibe fibras musculares sobre su superficie anterior casi hasta su extremo. Haciéndolo vital en el movimiento y fuerza de las piernas y el pie.
¡Puf! Si que ha de doler.
•Analista deportivo amador15@hotmail.com / @AmadorG_G