La cumbre de ministros de finanzas y banqueros de los países miembros del G20 arrancó este viernes en Venecia con el objetivo de acordar una reforma de la imposición a las multinacionales y acabar con los paraísos fiscales y el "dumping fiscal".
Se trataría de establecer un impuesto mínimo global de al menos el 15 por ciento sobre los beneficios de las multinacionales, lo que podría cambiar radicalmente la arquitectura actual de la tributación internacional.
Bajo la presidencia italiana, los ministros de los diecinueve países más ricos del mundo y de la Unión Europea se han reunido por primera vez desde que se propagó la pandemia de coronavirus.
La última vez fue en febrero de 2020 en Riad, pocos días antes de que se detectaran los primeros brotes en Europa.
La sugestiva zona del Arsenal veneciano ha sido blindada para el encuentro, durante el cual se analizará también el llamado "Marco común para el Tratamiento de la Deuda", que contempla la reducción de las cargas de la deuda para los países con mayores dificultades.
Los países del G20 adhirieron todos, el pasado 1 de julio, a la reforma tributaria bajo la égida de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE), pero deben llegar también a sellar "un acuerdo político".
Negociada desde hace años, la reforma se centra en dos pilares: fijar una tasa mínima global y crear un sistema orientado a distribuir los impuestos a las multinacionales de manera más justa, de acuerdo con las ganancias obtenidas en cada país, independientemente de su sede.
Con información de AFP
Imagen: AFP