Los médicos que sospechen que un niño tiene cáncer, son los primeros obligados en solicitar los estudios necesarios, ordena la nueva Ley General para la Detección Oportuna de Cáncer en la Infancia y la Adolescencia, aprobada por unanimidad por la Cámara de Diputados.
Con la nueva legislación se busca evitar la muerte de 2 mil menores de edad al año, debido a que en 75 por ciento de los casos se les detecta en estados avanzados.
Con esta ley, las dependencias, tanto federales como locales, deberán establecer las medidas necesarias para la detección integral y universal de las niñas, niños y adolescentes con sospecha o diagnóstico de cáncer.
En México, la posibilidad de salvarle la vida a un pequeño con esta enfermedad es de 50 por ciento, mientras que en otros países es de 90.
La postura de todos los grupos parlamentarios en tribuna, fue en el sentido de dejar de lado los colores partidistas, y atender este mal que calificaron como pandemia, pues por año se detectan entre 5 mil y 6 mil nuevos casos, lo que lo hace la primera causa de muerte en menores entre los 5 y 14 años de edad, sin que se conozca qué lo generan.
El nuevo ordenamiento jurídico tiene por objeto garantizar la atención médica a los niños y adolescentes cuando se tenga sospecha o diagnóstico de cáncer en cualquiera de sus etapas. Dicha atención médica incluirá acciones curativas, paliativas, de
rehabilitación y prevención del cáncer.
La nueva legislación contempla dar el tratamiento necesario y capacitación a los profesionales de la salud que atienden a este sector.
La iniciativa fue presentada por diversos legisladores del grupo parlamentario del PVEM y Morena, desde el pasado 3 de abril, pero hasta ayer fue aprobada.
Las entidades con mayores casos en la infancia son Durango, Colima, Aguascalientes y Sinaloa, y en cuanto a adolescentes son Campeche, Morelos y Nuevo León.
Claudia Bolaños