Según estimaciones del Banco Santander, la instalación de empresas extranjeras en territorio mexicano (a lo que se le llama relocalización o “nearshoring“) estaría impulsando un crecimiento del 8% en el Producto Interno Bruto (PIB) del país en los siguientes seis años.
Dicho fenómeno haría que México representara el 20% de las importaciones de Estados Unidos para 2023, frente a un 14% actual, de acuerdo al reporte “Nearshoring Data Monitor de Santander“.
“El proceso de reubicación de fábricas desde China hacia México u otras regiones para abastecer al mercado de Estados Unidos, es una tendencia sin precedentes que México debe aprovechar”, sugirió Santander en un comunicado.
Además, en un análisis del equipo de Estrategia y Análisis Bursátil del mencionado banco, cada punto porcentual que México pueda ganar en la participación de las importaciones norteamericanas significaría una aceleración de 1.3% en el PIB.
Cabe mencionar que los sectores empresariales más relacionados a esta práctica económica son los del automóvil, las autopartes y la tecnología; por otro lado, conviene también en el ámbito de la aeronáutica, el equipo médico o la ropa.
Alan Alanis, director de análisis y estrategia bursátil de Santander México, señaló que para el país es “uno de sus mejores momentos de los últimos 70 años” dado que las cuentas están balanceadas, la política monetaria del Banco de México (Banxico) es “adecuada” y hay una alineación comercial “absoluta” con Estados Unidos.