Joe Biden anunció una orden para revisar todas las medidas emprendidas por el expresidente Donald Trump que han mermado la protección del ambiente, la revocación de un permiso vital para el proyecto de oleoducto Keystone XL de TC Energy desde Canadá, y una moratoria sobre las actividades de arrendamiento de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.
Biden ha prometido poner a Estados Unidos en el camino de las emisiones netas cero para 2050 para igualar los pronunciados y rápidos recortes mundiales que los científicos dicen que son necesarios para evitar los impactos más devastadores del calentamiento global, aplicando restricciones en los combustibles fósiles e inversiones masivas en energía limpia.
La orden requiere que las agencias gubernamentales consideren la revisión de los estándares de eficiencia de combustible de los vehículos y las restricciones de las emisiones de metano, y que estudien la posibilidad de volver a expandir los límites de los monumentos nacionales silvestres que fueron reducidos en tamaño con Trump.
Los líderes mundiales y los defensores del clima acogieron con satisfacción el regreso de Washington a la cooperación en materia de ambiental, pero expresaron cierto escepticismo acerca de su capacidad de resistencia y de superar la confusión política interna para promulgar una nueva y ambiciosa reglamentación.
"Estados Unidos sigue siendo el único país que se ha retirado del Acuerdo de París, convirtiéndolo, francamente, en el paria de este acuerdo multilateral", dijo a Reuters la ex jefa de la ONU para el clima Christiana Figueres. Biden puede recuperar la credibilidad de Estados Unidos "haciendo los deberes domésticos" de una ambiciosa acción climática en casa.
Reuters