REDACCIÓN CONTRARÉPLICA
Con el objetivo de fortalecer la economía de los productores mexicanos y contribuir al bienestar animal, Heifer México y The Donkey Sanctuary firmaron un convenio de colaboración en el que ambas Organizaciones no gubernamentales se comprometieron a coadyuvar en el desarrollo de las poblaciones.
Ambas ONG colaborarán en el cuidado de burros y mulas que intervienen en la producción de mezcal en Oaxaca, para que este proceso pueda paulatinamente ser sustituido por tecnología que libere del dolor a estas especies. Estas dos organizaciones compartirán oficinas en el municipio oaxaqueño de Tlacolula de Matamoros, desde donde trabajarán de manera conjunta y coordinada.
Desde hace 70 años, Heifer Internacional lleva a las comunidades de 25 países del mundo la oportunidad de vincularse con grandes empresas a través de proyectos productivos que los acerquen a mejorar sus ingresos y su producción.
En esta ocasión, y en el marco del proyecto Replicando Oportunidades, Heifer México colaborará con The Donkey Sanctuary en el cuidado de burros y mulas que intervienen en la producción de mezcal en Oaxaca, para que este proceso pueda paulatinamente ser sustituido por tecnología que libere del dolor a estas especies.
Ceris Turner, directora interina de Global Programs de The Donkey Sanctuary, expresó la importancia que tiene para ellos llevar a cabo actividades a nivel internacional.
Turner consideró que “para generar cambios en el sentido del bienestar animal desde luego se tiene que involucrar el componente humano, además de otros”.
La directora de esta organización británica dio la bienvenida al inicio de una estrategia de cinco años, donde el componente de bienestar animal será importante “pero el incluir el componente humano generará un impacto mucho mayor”.
Para Víctor García, director nacional de Heifer México, se trata de lograr un comercio justo que beneficie a las familias, a sus poblaciones y se generen más y mayores oportunidades de mejorar su calidad de vida.
El CEO de esta ONG indicó que “no se puede lograr justicia social si no logramos la justicia del conocimiento, el que tienen las cooperativas, las familias y las comunidades” y que éste pueda ser valorado, ya que “los consumidores demandanconocer cómo interviene el productor en toda la cadena de valor que permite que el alimento llegue a su mesa”.