• Justo en medio de la conmoción por el letal ataque de El Paso, Texas, que dejó al momento ocho personas muertas, y la agresiva redada masiva implementada por Estados Unidos, ambos casos ocurridos en días pasados, la Secretaría de Relaciones Exteriores ordenó a los cónsules y funcionarios mexicanos en norteamérica cerrar la llave a cualquier información y entrevistas que soliciten los diferentes medios informativos.
El inaudito ordenamiento firmado por Arturo Rocha, de la dirección general adjunta de información internacional de la cancillería, literalmente le “cierra la boca” a los diplomáticos mexicanos en Estados Unidos al señalar que tras la masacre de El Paso, como las redadas contra mexicanos en Misisipi “se ha registrado un gran interés mediático para entrevistar a los titulares de los consulados u otros funcionarios”.
Sin embargo —agrega el documento—, “dada la complejidad de las circunstancias y la importancia de expresar un mismo mensaje coordinado, se les solicita muy atentamente declinar todas las peticiones y remitir a los medios de comunicación interesados a las comunicaciones oficiales”.
A todas luces, la instrucción contradice la política de apertura y transparencia dictada desde la Presidencia de la República.