Y llegó el día en que el pleno de la Cámara de Diputados aprobó el desafuero del diputado por Hidalgo, Cipriano Charrez, y contra lo que el propio exlegislador esperaba, la bancada mayoritaria en la Cámara Baja que coordina Mario Delgado, por 347 votos a favor, 36 en contra y 53 abstenciones, actuó en consecuencia y ahora, el hidalguense ya no es más diputado.
Charrez recibió la noticia, desde lo que fueron sus oficinas en el Palacio Legislativo de San Lázaro, ubicadas en el tercer piso del edificio “A”, a las que ya no regresará más, así como tampoco volverá a pisar el Salón de Sesiones.
Vale la pena recordar que el exdiputado, en octubre del año pasado, protagonizó un accidente carretero en el que el terrible saldo, fue un joven de 21 años de edad calcinado al interior del taxi que conducía; Charrez se dio a la fuga y luego alegó que él no venía conduciendo la lujosa camioneta en estado conveniente, sino uno de sus colaboradores.
Luego, vinieron otros asuntos muy importantes que legislar en la Cámara de Diputados y el exlegislador se confió a que eso influiría en que su desafuero quedara un poco olvidado, pero el partido al que pertenecía, —porque hay que subrayar que ya no será más militante de Morena—, cumplió lo que había prometido y llegó hasta sus últimas consecuencias en este expediente, aunque no deja de llamar la atención que hubo legisladores que votaron en contra del desafuero, así como las abstenciones.
En lo que puede considerarse una acción desesperada, 24 horas antes de la fecha de la sesión donde se discutió su desafuero, Charrez Pedraza distribuyó un comunicado en el que intentó una presurosa defensa; hecha sobre las rodillas en la que argumentó que era indispensable que permaneciera en su curul para no dejar en situación de vulnerabilidad al distrito que representaba, al tiempo que acusó una campaña instrumentada en su contra por el gobernador priista de Hidalgo, Omar Fayad, “a partir de ese lamentable suceso”, esto es, el accidente en el que perdió la vida el joven de 21 años.
Cuando por última vez Charrez hizo uso de la tribuna de San Lázaro, en la parte inicial de su discurso habló en hñahñu, el dialecto de su comunidad y volvió a repetir lo que en su desesperado comunicado había puesto antes, que él “se ha encargado de recorrer los lugares más remotos de Hidalgo para ayudar a la gente donde los gobiernos se han olvidado”.
Lo cierto es que Charrez Pedroza no goza de la popularidad que dice tener, no obstante, preparó todo para el día de su desafuero, llevar porras de apoyo a su favor, pero afortunadamente no tuvieron efecto. Ahora, su suplente, Gustavo Callejas Romero, tendrá la misión de revertir la mala imagen que dejó el “orgulloso hñahñu”.
• Periodista
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