POR MARIA CABADAS
Estaba claro que desde que el Gobierno federal anunció que cancelarían las licitaciones de libros del sexenio pasado para generar ahorro,
iba a llegar el inicio del nuevo ciclo escolar sin que todos los niños y adolescentes tuvieran los textos gratuitos, dijo el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Leonardo García Camarena.
“Es evidente que al Gobierno se le vinieron los tiempos encima y que llegaría el día para arrancar clases con sectores sin atender y son precisamente los que ésta administración dice defender, los más pobres, las zonas más alejadas, las comunidades indígenas, etcétera. Y hoy se vuelve una realidad ese anuncio”, dijo.
Agregó que “da igual si la diferencia
es un cinco, un 10 o un 15 por ciento en la diferencia de entrega. Con un solo niño que se haya quedado sin su material, habla de un problema serio, de que necesitamos cambiar ciertas formas de trabajar en la Secretaría de Educación Pública”.
▶ Sostuvo que ningún
estudiante “puede quedarse sin su paquete de libros. Si con todo y textos les cuesta trabajo aprender y al maestro enseñar, ahora imaginemos como serán las cosas sin las herramientas necesarias.
Muchos alumnos van
a arrancar el inicio de clases a la antigüita de la antigüita: con un pizarrón, con un cuadernito y párale de contar”.
García Camarena indicó que más
allá del porcentaje de ejemplares sin entregar porque no se imprimieron, porque no alcanzó el tiempo o los recursos, “a nosotros también nos preocupa que en este ciclo escolar prevalecen tres modelos educativos diferentes: el de los sexenios de los expresidentes Felipe Calderón, Enrique Peña y la nueva escuela mexicana”, impulsada por la actual administración.
En este sentido, explicó que desde
que se construyó la Reforma Educativa de la pasada administración se señaló que los contenidos de los libros de texto se irían renovando paulatinamente.
“Son más de 182 millones de ejemplares o 215 millones, la cantidad que
sea, pero hoy qué hay en las aulas: en materia de primaria y secundaria, la mitad de los materiales son todavía de la reforma de Peña y la otra mitad son de Calderón. ¿Por qué razón? Porque el proceso de transformación era gradual.
Y si a eso le agregamos que los dos contenidos corresponden a la nueva escuela mexicana, pues hoy estamos con tres
modelos educativos. Esperemos que esto no traiga consecuencias graves de fondo”, indicó.