“Churchill” regresa al Helénico para dar clase magistral de política

POR MARTHA ROJAS

Bajo la premisa de que ninguna decisión debe ser tomada sin analizar todos los escenarios posibles, y menos en la política, la puesta en escena 3 días en mayo, dirigida por Lorena Maza, analiza los claroscuros de uno de los personajes más enigmáticos e importantes de la segunda mitad del siglo XX: Winston Churchill.

La puesta en escena que se presenta, los lunes y martes a las 20:00 horas en el Centro Cultural Helénico retrata los cruciales días de mayo de 1940, en los que el premier británico decidió enfrentar la amenaza que suponía la expansión del imperio Alemán, liderado por Hitler.

En un montaje, que cuenta con el talento de actores como Sergio Zurita, Luis Miguel Lombana, Fernando Bonilla, José Carriedo y Miguel Conde, 3 días en mayo muestra cómo todas las decisiones que se toman al interior de la política repercuten en el futuro de los pueblos.

“Es una obra que toca un tema político y aborda el manejo de decisiones fundamentales que ocurrieron en tres días. Winston Churchill estaba por definir cuál sería el papel de Gran Bretaña ante el avance de Hitler. Las tres posibilidades eran: rendirse, negociar con Hitler a través de Mussolini o enfrentar a los alemanes. Churchill sabía que no había manera de negociar y que la rendición no era una opción y en eso tres días da una clase magistral de política que nos brinda herramientas para comprender mejor nuestro presente”, dijo el actor Miguel Conde a ContraRéplica.

El histrión que encarna a Arthur Greenwood, un prominente político del Partido Laborista británico, se alza como la 'voz del pueblo' para recordarnos que el ideal patrio va más allá de las banderas y que la preservación de los derechos individuales es lo que une a las naciones.

“Churchill sabía que necesitaba a los laboristas y a los británicos, el consenso de un país. Así debería ser siempre, por eso resulta muy conmovedor. Todo nuestro espectro político actual guarda ciertos paralelismos con el de ese tiempo y destaca cómo los ciudadanos siempre deben tener un papel en el desarrollo de su país. La obra es un eco de los que pasa en México y el mundo”, agregó.

La puesta que regresa al Helénico con una temporada que finaliza el 16 de abril, demuestra cómo el teatro y el arte en general funcionan a manera de espejo.

Conde agregó que el teatro y el arte en todas sus manifestaciones funciona como una herramienta de reflexión, confrontación y transformación.