Columbine, una pequeña población del Condado de Jefferson, en Litlleton, Colorado, Estados Unidos, se hizo famosa luego del asesinato masivo que tuvo lugar en su escuela secundaria. El 20 de abril de 1999, Erick Harris y Dylan Klebold de 18 y 17 años de edad, alumnos, armados con dos escopetas, una carabina Hi point 995 semiautomática de calibre .9 mm, una pistola tec semiautomática del mismo calibre y una bomba de propano de 9 kilogramos, asesinaron a quince personas e hirieron a otras 24. Tras 20 minutos de terror se suicidaron disparándose en la boca.
El 16 de abril de 2007 en el Instituto Politécnico de Virginia, conocido como Virginia Tech, Cho Seung-Hui, un estudiante surcoreano de literatura inglesa, armado con una Glock .9 mm, y una Walter P22, mató a 33 personas.
El 8 de enero de 2011, en Tucson, seis personas fallecieron, entre ellas la juez federal, John McCarthy, la diputada Gabrielle Glifford, y una niña de nueve años, luego de ser baleadas por un joven de 22 años identificado como Jared Lee Loughn.
El 20 de julio de 2012 en la ciudad de Aurora, Colorado, los asistentes a la premier de Batman El caballero de la Noche descubrieron, con horror, que el humo y los disparos que provenían del chico que tenía el pelo pintado de naranja no eran efectos especiales. Doce personas murieron.
El asesino, James Holmes, un estudiante del doctorado en neurociencias, había adquirido, legalmente, dos pistolas calibre cuarenta, una escopeta Remington 870 y un fusil AR-15 calibre 223.
El fusil tenía un cargador de municiones de alta penetración con cien cartuchos. El asesino lo obtuvo a vuelta de correo.
Así se suceden, casi cotidianas, las masacres en Estados Unidos. A principios de agosto de este año tres episodios más, uno en El Paso, Texas, marcado por el odio racial contra mexicanos, a cargo de un fundamentalista de 21 años que ocasionó al menos 22 muertos (ocho mexicanos) y 26 heridos. Otro más en Ohio, otro más en Illinois.
El cineasta Michel Moore, originario de Columbine, realizó un documental sobre el tema. El director visita su pueblo y ve el anuncio de un banco que dice: “Si abres una cuenta de ahorro te regalamos un arma”. Abre la cuenta y le dan un catálogo para elegir entre tipos de rifle.
Dice Moore: “Si la posesión de armas volviera a un país más seguro, Estados Unidos sería el país más seguro del mundo. Pero sucede justamente lo contrario”.
El cineasta entrevista a Charlton Heston, presidente, en ese entonces, de la asociación nacional del rifle, defensor acérrimo de la enmienda constitucional, la segunda, que permite a los estadounidenses adquirir toda clase de armas, incluidas las llamadas “de asalto”, sin restricciones.
Más de 2 mil armas, se calcula, cruzan diariamente la frontera hacia nuestro país. Nunca hemos tenido más homicidios, como ahora, vinculados con armas de fuego. Y es verdad, en Estados Unidos es más fácil comprar un rifle que un jarabe para la tos. Comprar un rifle
•Excomisionado Nacional de Seguridad: @Ley13091963