POR MARTHA ROJAS
L
uego de haber recibido el premio Luna del Auditorio Nacional en 2009, Carmina Burana. Producción monumental regresa a los escenarios del Coloso de Reforma para celebrar su décimo aniversario.
El próximo 22 de octubre, el recinto
albergará una de las producciones más ambiociosas que se han montado en torno a la obra operística pensada por Carl Orff, basada en por lo menos 25 poemas medievales que se encontraron en el Monasterio de Beuren en Alemania.
En el montaje participan 250 bailarines de Danza Contemporánea de Cuba,
una de las compañías más importantes a nivel mundial; el primer bailarín del Royal Ballet de Londres Valentino Zucchetti; la llamada Diva de la ópera, Filippa Giordano; la soprano mexicana Anabel de la Mora y la participación especial del contratenor del coro de la Capilla Sixtina, Stefano Guadagnini, quienes estarán acompañados por más de 100 voces de el Coro EnHarmonia Vocalis (80 voces) y el Coro infantil Schola Cantorum de México.
En entrevista a ContraRéplica el
intérprete detalló los pormenores de su participación en el montaje así como su experiencia en el Vaticano.
¿Cómo te integraste al elenco de
Carmina Burana?
Me contactó Brando, que es uno
de los organizadores mexicanos. Estaban buscando un contratenor importante y contactaron con el coro de la Capilla Sixtina; luego me ofrecieron cantar en Carmina Burana y acepté. Va a ser mi primera vez en México y estoy muy emocionado.
¿Cuál es tu papel dentro de la obra?
Me toca una parte corta que está hecha
especialmente para un contratenor. Es una pieza complicada pero me la sé de memoria así que vocalmente no me parece un gran reto, lo difícil es hacer que el público conecte con la pieza, con la música, hacer que ellos al escucharme puedan sentir.
De la Capilla Sixtina al escenario del Auditorio…
Poder cantar como parte del coro de
la Capilla Sixtina y en la Capilla Sixtina es algo muy emotivo por lo que eso en sí mismo significa. El lugar, la presencia del Papa. Me ha tocado cantar en frente de él, lo cual se convierte en algo muy emotivo para mi. He cantado en diversos escenarios de la ópera en Europa, pero me sigue emocionando mucho poder pisar escenarios como el de Carmina Burana.
Y cantar con Giordano o Anabel de la
Mora…
Resulta
que cuando era niño Filippa Giordano participó en el Festival de Sanremo, yo la escuché e inmediatamente me metí a YouTube a buscarla. Me pareció muy extraordinario lo que hacía y ahora cantar con ella me tiene emocionado.
¿Influenció en tu pasión por la ópera?
Quizá, pero creo que una de las
grandes influencias fue Pavarotti.
Cuando conocí su música yo quedé muy impresionado. Le decía a
mi mamá que yo era hijo de Pavarotti, pero mi mamá decía que yo no cantaba como él, que no podía ser mi padre. Entonces comencé a estudiar cantó.
¿Cómo llegaste al coro que le canta al mismo
Papa?
Un día yo estaba dando un concierto. El
maestro del coro estaba en el público y yo no sabía. Cuando terminó el concierto recibí una llamada de él y me dijo: ’quiero que te unas al coro’. La respuesta fue inmediata. Al otro día estaba en el coro de la Capilla Sixtina.
¿Cómo es cantar para el Papa?
Esa pregunta me la hacen a menudo (risas).
Es genial poder hacerlo, una experiencia muy conmovedora así que sólo puedo sentirme magnífico.