Con impulso productivo y bajos impuestos gana China

La agencia estatal Xinhua reporto que la reforma estructural, la cual impulsa mejoras en la productividad y la reducción de impuestos, se ha convertido gradualmente en la principal fuerza motriz del crecimiento económico de China.

Debido a los riesgos de la baja de la economía por la desaceleración del crecimiento económico mundial y el debilitamiento de las perspectivas de exportación, derivado del proteccionismo comercial, los inversores esperan que el crecimiento de China se debilite en 2019 en relación al registrado hace un año.

Sin embargo, para reactivar la confianza e impulsar la actividad empresarial, China anunció un conjunto de medidas; entre ellas, las de reforma estructural, la reducción del crédito y el recorte de impuestos, dirigido principalmente al sector privado.

Las empresas privadas representan más de 80 por ciento del empleo urbano de China y más de 60 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país. Una buena implementación de la reforma de la oferta puede liberar una enorme demanda acumulada en este sector particularmente importante de la economía.

La reforma de la oferta ha tenido resultados positivos, que se reflejaron en un desempeño económico mejor de lo esperado en China en el primer trimestre. La producción industrial y las ventas minoristas han registrado un crecimiento en marzo más rápido de lo calculado anteriormente. Esto revela que la reforma de la oferta ha generado una recuperación autosostenida de la economía, publica Xinhua.

El objetivo final de esta reforma es mejorar la eficiencia del uso de los recursos y promover el crecimiento económico. Siempre que los recursos sean ejercidos en los lugares correctos, los beneficios generados serán mayores.

Las perspectivas de crecimiento a largo plazo de China seguirán dependiendo de nuevas reformas. El país está en camino de mejorar su eficiencia económica y sostener el crecimiento futuro sin la necesidad de un paquete de estímulos, concluyó el artículo de la agencia Xinhua.

Por otra parte, en medios internacionales se revela que el gasto militar del año pasado fue el más alto desde la Guerra Fría, por un aumento de los presupuestos en Estados Unidos y China.

En su informe anual, el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo reveló que el gasto militar mundial en 2018 fue de 1.82 billones de dólares, 2,6 por ciento más que el año anterior.

El gasto es el más alto desde 1988, cuando los datos estuvieron disponibles por primera vez y la Guerra Fría comenzaba a menguar.

El presupuesto militar de China creció 5 por ciento a 250 mil millones de dólares el año pasado, el vigésimo cuarto aumento anual consecutivo.

Los otros grandes presupuestos militares fueron, en orden decreciente, Arabia Saudita, India, Francia, Rusia, Gran Bretaña, Alemania, Japón y Corea del Sur.

Arabia Saudita, que lidera una coalición militar que lucha contra los hutíes en Yemen, fue el país que más gastó por habitante, justo delante de Estados Unidos.