POR FERNANDO MORENO
En una noche para la historia en el Estadio de Anfield, el Liverpool de Inglaterra avanzó a la gran final de la Liga de Campeones de Europa, haciendo lo que necesitaba, una remontada épica al Barcelona de Lionel Messi y jugando sin sus estrellas Mohamed Salah, Roberto Firmino y Naby Keita, duelo en el que borraron con cuatro goles, los tres de ventaja que los culés llevaron a suelo británico.
Los jugadores de los Reds, Wijnaldum y Divock Origi fueron los salvadores, dos suplentes que lograron romper los pronósticos ante el abultado marcador en contra y encontraron a través de la oportunidad de mostrarse, la contundencia ante Ter Stegen, el portero azulgrana.
El momento que marcó la gran hazaña de Liverpool, fue justo con el partido en perfecto equilibrio, pero Trent Alexander-Arnold con viveza desde el tiro de esquina mandó un potente centro raso mientras la defensa del Barcelona bajó la guardia, distraída totalmente, y fue entonces cuando Origi, conectó el esférico y lo mandó al fondo de la red, esto sin dar tiempo de reacción al arquero y a Gerard Piqué.
Con errores de Jordi Alba y un Messi perdido, los de Inglaterra se instalan en la Final y están a la espera del duelo de hoy, entre el Ajax de Holanda y el Tottenham, también de territorio británico.