Cada 21 de septiembre, en países como México, Argentina, Perú y Colombia, la llegada de la primavera es un motivo de celebración. Este cambio de estación no solo trae consigo un clima más cálido, sino que también inspira a las personas a expresar cariño y afecto a través de un gesto especial: el regalo de flores amarillas. Esta tradición ha cobrado popularidad en los últimos años, especialmente tras la difusión de la famosa canción “Floricienta”, que se lanzó en 2004.
El regalo de flores amarillas simboliza nuevos comienzos y la llegada del calor, y se asocia con sentimientos de amor y amistad. Si deseas sorprender a alguien especial en esta ocasión, aquí te presentamos algunas opciones de flores amarillas que puedes considerar:
Tulipanes amarillos: Originarios de Holanda, estos elegantes tulipanes son un clásico en muchas celebraciones.
Lirios amarillos: Representan alegría y gratitud, lo que los convierte en una opción ideal para expresar agradecimiento.
Narcisos amarillos: Estos hermosos ramos simbolizan nuevos comienzos y resurgimiento personal, además de estar relacionados con la felicidad.
Margaritas amarillas: Con un significado espiritual profundo, estas flores son sinónimo de felicidad y amistad.
Flores de retama: Su brillo y color evocan el sol, y son un símbolo de alegría y optimismo en diversas culturas.
Girasoles: Con su forma característica y su asociación con el sol, los girasoles son perfectos para alegrar cualquier espacio.
Rosas amarillas: Estas flores simbolizan la amistad y transmiten optimismo y energía vital.
Orquídeas amarillas: Reconocidas por su belleza, representan energía y fuerza, y son ideales para decorar interiores.
Verbena amarilla: Conocida por atraer mariposas y colibríes, la verbena simboliza sanación y vitalidad, haciendo de ella un regalo significativo.
Así, el 21 de septiembre no solo marca el inicio de la primavera, sino que se convierte en una oportunidad para reforzar lazos afectivos mediante el regalo de estas flores simbólicas.