Cuba permite a los artistas vender obras

Cuba autorizó ayer a los artistas audiovisuales a ejercer de manera independiente y a asociarse entre ellos, una decisión que amplía al sector privado de la Isla.

Las autoridades dieron a conocer una nueva política que contempla la instalación de un registro de creadores audiovisuales, un fondo para el fomento del cine, una comisión fílmica y una oficina de trámites para agilizar las producciones -que van desde los permisos o las visas a las importaciones de equipos-, así como la apertura de tres rubros en el listado de trabajos por cuenta propia y que los ampara fiscalmente para ejercer su profesión.

▶ Los creadores podrán asociarse entre sí, abrir cuentas de bancos, contratar empleados y gestionar fondos del propio Estado o recibirlos de terceros, incluso extranjeros, para desarrollar sus obras fílmicas o televisivas. Tanto el registro como los fondos estarán bajo control del ICAIC y el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

Al mismo tiempo y para apoyar las producciones se abrieron otras tres licencias por cuenta propia: operador y arrendador de equipamiento, agente de selección de elenco y auxiliar de producción artística.

“De esa forma dota a esos artistas de una condición legal y reconoce el trabajo que hacen. Se convierten en entes económicos y son a la vez objeto y sujeto, pueden ser contratados o contratar a personas naturales y jurídicas, cubanas y extranjeras, para llevar adelante su labor”, dijo Ramón Samada, presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficas (ICAIC).

Samada presentó a los medios locales las nuevas normativas que fueron publicadas en la Gaceta Oficial el jueves. La apertura de un registro del creador audiovisual había sido anticipada a The Associated Press por el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, a fines del año pasado y el mismo será similar al que existe para los artistas plásticos –que cuenta con 12 mil miembros–, los escénicos –unos seis mil– y con similares funciones a las empresas de músicos –con 19 mil integrantes–.

Las disposiciones se producen luego de que en diciembre entrara en vigor un decreto que generó críticas y protestas públicas de artistas que lo consideraron una forma del gobierno de ejercer censura contra los creadores y sobre todo los independientes que no estaban asociados a ninguna entidad oficial.

El decreto firmado por el presidente Miguel Díaz-Canel tenía la intención de regular los contenidos pornográficos, sexistas o discriminatorios en las exhibiciones de cualquier género artístico, pero según los artistas generaba un resquicio legal para controlar las obras ya que establecía, entre otros, a inspectores con capacidad para cancelar funciones.

Durante décadas todos los productos audiovisuales de calidad en Cuba estuvieron supervisados en contenido y presupuesto por el ICAIC o el ICRT.