Los servicios de los cuerpos de rescate públicos y privados, han sido un gran problema que, por años, los gobiernos de la ciudad no han podido poner en orden y en esta administración, al menos, se pretende comenzar a controlar. Un ejemplo de todas estas situaciones que enfrentan en corporaciones como el ERUM y hasta las llamadas ambulancias patito es la deficiente atención prehospitalaria.
La tarde del pasado 22 de mayo, tres presuntos rescatistas que viajaban a bordo de una ambulancia con razón social Urgencias Básicas, fueron detenidos después de abandonar sobre Paseo de la Reforma a un paciente grave y negarle el servicio.
Fue así que ciudadanos a través de un reporte de emergencia lo dieron a conocer; policías preventivos detuvieron a estas tres personas identificadas cono Diego Vargas, Donaldo Brian y Gabriela Peralta, quienes fueron llevados al Ministerio Público de la alcaldía Cuauhtémoc número 2, junto con la unidad médica con número de placas AM-21-99 y con número económico 08, para iniciarse la Carpeta de Investigación CI-FCH-2/UI-1C/D/03862/05-2019 por el delito de abandono de servicio médico y negar asistencia a un enfermo grave.
Este es un caso de tantos, así como los que hemos sabido, que este tipo de servicios particulares también cometen robos a las víctimas de accidentes o tienen convenios con ciertos hospitales quienes proporcionan comisiones por llevar pacientes a sus servicios de urgencias.
Tal parece que a la actual administración y en particular a la Secretaría de Seguridad Ciudadana comienza a poner atención en el tema, ya que se han emitido alertas a través de radiofrecuencia y una especie de “corre la voz” entre el gremio del rescate médico, que advierte que todas las unidades médicas sean de gobierno o particulares y no traigan sus documentos en regla o porten placas particulares, serán detenidas y llevadas al corralón esto el fin de establecer un padrón y lograr que se ofrezcan servicios adecuados.
Nos comentan que se está dando un monitoreo minucioso a través del C5, de donde les están dando órdenes a los oficiales que las detengan y las pongan a disposición.
VENTANAL
Los pueblos y barrios indígenas en la Ciudad de México deben ser escuchados y así lo reclaman, en un hecho histórico una mujer joven indígena subió la semana pasada a tribuna en el Congreso de la Ciudad, para dar un mensaje en totonaco, ante la extrañeza de algunos, y el acogimiento de otros.
Irlanda Ramos habló en lengua totonaca expresando a las y los legisladores el sentir de quienes han sido relegados, esa será otra discusión que viene en marcha, la consulta a los pueblos y barrios y la ley en la materia.
El Congreso capitalino que no solo se jacta de ser parlamento abierto, también debe reconocer la diversidad cultural con este ejercicio que se replicará cada mes dando voz a las comunidades indígenas en la Ciudad de México.