De arreglos y desamores

Llegó el día de San Valentín y en gran parte del mundo se celebró con la más amplia variedad de regalos en honor al ideal del amor romántico, construido y exportado desde occidente. Entre las concepciones de este modelo romántico está la idea de que el amor ideal antecede al compromiso del matrimonio. Sin embargo, alrededor del 50% de los matrimonios en el mundo son arreglados y en India más del 85%. Es decir, el amor si llega, lo hace después.

Antes de proseguir es necesario hacer una diferencia entre el matrimonio forzado y el arreglado. El primero se lleva a cabo en contra de la voluntad de alguna o ambas partes. En cambio en el caso del matrimonio arreglado, los padres, o un profesional, toma en consideración factores como el nivel socioeconómico, religión, casta, profesiones, intereses, astrología, entre otros, para seleccionar un perfil compatible con el interesado. De esta manera se busca garantizar una base de entendimientos mínimos que permita a la pareja construir un matrimonio estable y exitoso.

Cabe mencionar que tampoco es una práctica que sea exclusiva de comunidades rurales y pobres, como suele creerse. Jóvenes de las grandes urbes como Nueva Delhi o Bombay, e incluso indios viviendo en el extranjero, reconocen los beneficios y confían en sus padres para seleccionar a su pareja.

Se argumenta que prueba del éxito de esta práctica son las bajas tasas de divorcios que tienen. En efecto, la tasa en India es menor al 1%, en contraste con el 10% en México (2018). Sin embargo, no se debe olvidar que, a pesar de no ser forzado, la presión social sigue presente y es muy fuerte. El hecho es que los matrimonios arreglados no están exentos de violencia, frustraciones e infelicidades. Un estudio de la Universidad de Adelaide (2016) encuentra la presión a aceptar matrimonios arreglados como uno de las causas importantes para la alta tasa de suicidios de mujeres en India.

La idea del amor romántico no es ajena en India.

La mayoría de las películas producidas por Bollywood presentan dinámicas del estereotipo romántico con sus variaciones culturales. Incluso en algunas se muestra el mal de amores sufrido por renunciar al amor verdadero y aceptar un matrimonio arreglado. El tema es complejo y el debate puede aportar factores positivos y negativos.

En los últimos años, el amor romántico ha estado sometido a crecientes críticas sobre sus fallas, injusticias y aspiraciones imposibles, pero el matrimonio arreglado tampoco parece ser la formula mágica para todos los casos. Tanto mujeres, cuanto hombres lo aceptan para evitar sufrir la desaprobación de sus familias, comunidad y de la sociedad. Finalmente, las relaciones amorosas e interpersonales en todo el mundo, requieren de constante reinvención y reacomodos, según las nuevas necesidades, capacidades y valores de cada cultura.