Este día inició el horario de verano 2021, mismo que busca “aprovechar la luz natural para evitar el uso de energía eléctrica”. Sin embargo, este cambio repercute en la salud de las personas.
Desde una sensación de cansancio y somnolencia, son algunas de las primeras afectaciones en la salud, pues el reloj se adelantó una hora. Pero algunos estudios amplían más los efectos negativas de este cambio.
Uno de los principales afectados es el sistema nervioso, pues el reloj biológico debe adaptarse a los nuevos cambios en la rutina, generando irritabilidad, somnolencia, dificultad para concentrarse, problemas para conciliar el sueño y menor productividad, dio a conocer Jessica Carrillo Guerrero, maestra en Psicología Clínica.
Además, amanece más temprano y la fase de sueño se altera, impactando negativamente el estado de ánimo, teniendo consecuencias no graves.
Por su parte, la Academia estadounidense de Medicina del Sueño, por medio del estudio Daylight saving time: an American Academy of Sleep Medicine position statement, publicado en octubre de 2020, señala que el cambio de horario puede aumentar el riesgo de infarto y los accidentes cerebrovasculares, por la pérdida del sueño.
El horario de verano 2021 durará más de seis meses.
Imagen: Cuartoscuro