El derrotero merengue

Vamos, hasta en el Facebook no hay día que me salga, en la famosa sección de “recuerdos”, alguna foto emotiva, algún récord roto por el club, por jugadores como CR7 o técnicos como Zidane… en fin. Han sido días de rememorar pero a la vez, en el interior del equipo blanco deben estar concentrados en reconstruir.

Incluso durante la semana pasada, previo a la final entre Liverpool y Tottenham no faltó quien hiciera la cuenta y dejara en claro el dato de que el reinado europeo de los merengues se extendió a lo largo de 1099 días totales, tras el tricampeonato conseguido con Zizou al frente y previo a cederle la copa al vencedor del fin de semana anterior, curiosamente los Reds que habían caído ante los españoles un año antes.

La temporada que recién vivió el equipo español fue un golpe durísimo. No solo por el hecho de que un club con su exigencia no puede permitirse el récord, el accionar y la versión tan paupérrima que presentaron a lo largo de la campaña. Sino que también, significó un muy duro despertar tras 3 años en los que subieron a lo más alto de la cima en Europa. Una forma muy cruel de despertar, si me lo preguntan.

En medio de esta crisis transformada en renovación, el Real Madrid no puede dejar de lado una cuestión: más allá del reinado a nivel continental, su deuda a nivel local sigue creciendo. El dominio del Barcelona en los últimos tiempos ha sido hasta humillante para los merengues, que nos han acostumbrado más a ser paseados por el equipo blaugrana que a darle eventual batalla.

Ni con sus hazañas en Champions los blancos lograron quitarse ese estigma… ¿Alguien se atrevería a afirmar que si no hubieran caído ante otros rivales, el Madrid hubiera podido dar cuenta de los catalanes si se los hubiera topado en el torneo continental?

Quizá me estoy yendo muy atrás. Hoy el tema es el Liverpool como monarca de la UEFA, y las glorias de los de la capital de España están muy de lado. Pero eso es lo verdaderamente urgente. El Real Madrid llegó a un pico excepcional los años anteriores pero a la vez, su plantilla iba necesitando cada vez con más urgencia una renovación.

Cuando Zidane anunció su sorpresiva salida tras la última Orejona del equipo, nos impactó más la noticia en sí que los argumentos que el francés expuso: “Lo que pienso es que este equipo debe seguir ganando y necesita un cambio para eso”… repasando esas palabras después de la debacle que se vino, resulta estremecedor porque parece que fue hasta profético.

La pretemporada ya está en marcha… el año futbolístico comenzará con retos mayúsculos para el equipo madridista.

•Periodista y analista deportivo

alex.lindoro@gmail.com/@AlexLindoro