Se abrió el cielo, compañeras, compañeros de ruta. La nueva era llegó por fin. El otro día, el Señor Presidente, la Encarnación Viva de un Nuevo Socialismo, decretó que la esclavitud del modelo neoliberal se había terminado. Punto y aparte, camaradas. Punto de inflexión. ¿Se dan cuenta de lo que esto significa? Nunca más el Presidente Eterno que va a Firmar un Papel Con un Compromiso No Reeleccionista tendrá que explicarnos que el desplome de la previsión de crecimiento, el aumento de asesinatos, el desabasto, la huida de los inversionistas, el desastre de Pemex y las protestas contra las termoeléctricas de los Pueblos Originarios, que como se sabe son caballos de Troya del neoporfirismo, son responsabilidad del PRIAN.
Fin al periodo de oscuridad. De aquí en adelante, como lo prometió en campaña y lo sigue prometiendo en Palacio Nacional, viviremos el Reino de los Justos. Utopía.
Decía Jaime Sabines, que anda cumpliendo 20 años de muerto, que “El amor es la prórroga perpetua”. Bueno, esta vez tengo que disentir de un poeta al que no superan muchos (aunque sí, sobra decirlo, nuestra No Primera Dama, Máxima Letraherida de la Nación). El amor, la —hora de recuperar el término— República Amorosa ya está aquí. Sí: manarán amorosos ríos depetróleo refinado, y de petróleo patriótico, del pesado, del que truena instalaciones salvo que la secretaria de Energía, Rocío de México, decrete lo contrario. El dinero circulará en carretas. Qué digo en carretas: en pipas. Creceremos al 4%. Dejaremos de comer tacos de carnitas (aunque no de barbacoa) y la Gran Tenochtitlán resurgirá de entre las piedras impuestas por el Occidente depredador, con las fragancias de la piña miel en el aire. Y, claro, la inseguridad terminará instantáneamente, como nos prometió el Gran Tlatoani en aquella entrevista con Ciro Gómez Leyva. Se entiende el entusiasmo de la compañera Irma Eréndira Sandoval, la Secretaria de la Función Pública, con esos tuits que algunos confundirían con muestras de abyección, pero que en la 4T son expresiones de dignidad revolucionaria. Una especie de socialismo budista: anulas completamente tu ego para lograr la adulación perfecta. Enhorabuena, Camarada Cartier.
Este anuncio milenarista viene acompañado por noticias asimismo alentadoras, pruebas de que el Padre de Pueblos, el Arquitecto de la Nueva Era, solo se rodea de los mejores y de las mejores ideas. Como que vamos a gastarnos una lanota en refinerías, a despecho de los tecnócratas, de los fifís, y por supuesto de las calificadoras. O como que no nos importa darle un plantón a los alemanes en la cumbre de energía: que aprendan a no usar energías renovables, y otras estafas tecnocráticas y occidentalizantes por el estilo. O que Miguel Barbosa, ese prohombre, recorrerá el sendero luminoso que lo llevará a salvar a Puebla. O que por fin las iglesias van a tener televisiones y que además van a recuperar el registro, porque en la verdadera democracia el pueblo vota y el Padre Benefactor, en adelante, decide.
▶ Todavía es tiempo de arrepentirse, fifís, neoliberales. Acepten que son, perdón: fueron parte de un complot con empresarios oscuros y abracen la Única Verdad. Renuncien a sus libros neoconservadores y acudan a las memorias de la tía Tatis, a Eduardo Galeano, a… Perdón, hagan de cuenta que no dije nada. No lean: para eso están las mañaneras. En vivo o en Spotify.