El gobierno y el periodismo

La función del periodismo es señalar deficiencias, omisiones y desde luego abusos, cuando existen, en la tarea de los gobernantes, pero también del resto de los actores de la vida pública. Cuando sus excesos o incompetencias, o simplemente sus errores son publicados, es natural que los gobernantes se disgusten.

No hay duda que la prensa, cuando informa con rigor, es uno de los contrapesos al poder político. Por eso la libertad de prensa es consustancial a la democracia.

El presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno tienen una profunda repulsión por la prensa critica y por quienes piensan diferente. Ha llegado al exceso de exigir disculpas a medios que no se desempeñan como a él le gustaría. Descalifica e injuria a los informadores y los medios. Ninguno de los expresidentes intentó desacreditar al periodismo crítico como hace López Obrador.

Las relaciones entre la prensa y el poder en nuestro país siempre han sido difíciles. El periodismo cuando se hace de manera profesional, va mas allá de declaraciones, y busca el meollo de los acontecimientos. Sobre todo indaga y trae al espacio público asuntos que de otra manera no serian conocidos por la sociedad.

Decía el periodista José Pagés Llergo. Hemos de entregarle al pueblo un periodismo que lo preocupe y no que lo entretenga, si queremos ser dignos de este noble oficio que ejercemos, sin mas título que el de la vocación y que nos convierte en árbitros y jueces de problemas y situaciones que muy frecuentemente están por encima de nuestra cultura, y muchas ocasiones también de nuestra autoridad moral.

“Todas las noticias merecen ser publicadas, es un lema de hace 122 años del New York Times. Cuando el poder político decide que ha de publicarse, queda mermado el derecho de la sociedad a informarse. Por eso es necesario que los medios tengan independencia para desarrollar sus políticas editoriales; es decir, para decidir que publican y cómo.

Desde luego los periodistas y los propietarios de cada medio tienen parámetros profesionales, intereses, preferencias editoriales. Por ello es fundamental, indispensable que haya diversidad en el campo de los medios. Al presidente AMLO, sin embargo, le gustaría que en los medios sólo hubiera posturas favorables a él y a su gobierno.

El presidente quiere un periodismo militante. Pero no sólo eso: pretende que el periodismo esté al servicio de los bajos instintos al servicio que solo él encabeza.