En la CDMX se implementó una política pública denominada “uniforme neutro”, la cual intenta promover la igualdad de derechos, mediante la eliminación de estereotipos.
Estamos frente a una política pública relacionada con derechos humanos, que va encaminada a niñas, niños y adolescentes.
Que una política pública busque aumentar la fuerza de los derechos, no la hace inmune de revisión por la academia, la sociedad o incluso tribunales, en caso de que su diseño generara inquietudes sobre su conformidad con la Constitución o los tratados internacionales.
Si la política pública incide en el interés superior de niñas, niños y adolescentes, entonces el nivel de revisión debe ser estricto. El interés superior exige que en todas las acciones de particulares y autoridades se garantice la protección a la dignidad, integridad física y mental y al libre desarrollo psico-emocional y espiritual de aquéllos.
La revisión de la política pública pasa por determinar si su implementación cumplirá con el desarrollo de los derechos que pretende cuidar, llegando incluso a señalar si el efecto pudiera ser contrario al deseado y, por ello, terminar lesionando los derechos que se quieren proteger u otros.
Desde un enfoque de derechos humanos, sobre esta política pública hay al menos dos cuestiones que no están despejadas y que, en sentido estricto, son indispensables conocer para identificar si la medida es idónea tal y como se implementó.
En primer lugar, deberíamos saber cuál es el protocolo que padres, profesores y autoridades escolares aplicarán en caso de que alguna niña, niño o adolescente quiera usar el uniforme neutro como parte del ejercicio de su derecho a la identidad de género. Es indispensable saber de qué manera se determinará si la niña o niño tiene el suficiente desarrollo psico-emocional o madurez para poder entender qué es esa identidad y cuál es la implicación de la decisión que va tomar.
El otro tema es que el derecho no puede verse aislado del contexto social en el que se va a aplicar.
Es probable que, en algunos casos, al interior de las escuelas se presente un rechazo al uso del uniforme que escale en agresiones verbales o físicas (bullying), lo cual puede ocasionar daño en su dignidad y desarrollo psico-emocional. Al respecto, deberíamos saber cuáles son las medias de socialización previas que se van a tomar para evidenciar los estereotipos que se quieren erradicar y provocan ese rechazo, y de qué forma se va a prevenir, suspender o reparar este tipo de violencia en caso de que aparezca.
Las políticas públicas relacionadas con el interés superior de niñas, niños y adolescentes además de partir de ideas progresistas, exigen una reflexión profunda de cómo va a trascender su implementación en la vida de aquéllos, para asegurar su correcto diseño.
El interés superior y su uniforme
•Especialista en Derecho Constitucional
y Teoría Política