En varias ocasiones he escrito sobre las criptomonedas donde expongo que el verdadero valor intrínseco del mercado se encuentra en la tecnología llamada “blockchain”, utilizada exitosamente para garantizar la seguridad de las transacciones entre dos partes sin la necesidad de un intermediario que valide la transacción. La pregunta necesaria es si las criptomonedas hubieran tenido el éxito si no fuera por la tecnología “blockchain”.
Dejando de lado la tecnología y la especulación y concentrándose solo en el producto que se está comercializando, ¿cuál es el valor de una criptomoneda por sí sola?, ¿existe algo tangible de generación de valor económico con lo cual lo podamos relacionar, un bien de consumo, una mejora en productividad, en el relacionamiento humano, comunicación, salud?.
Como lo describió Martin Wolf, articulista del Financial Times, “las criptomonedas no son una reserva de valor ni una buena unidad de cuenta, como lo demuestran sus vastos cambios en el precio. No son un buen medio de intercambio, porque las personas y las empresas que respetan la ley no quieren poseer activos que, en virtud de su anonimato, sean ideales para delincuentes, terroristas y lavadores de dinero”.
La revista The Economist, publicó un artículo titulado “A fresh probe raises fears of systemic problems in the cryptocurrency market” donde se comenta que “predecir el valor de las criptomonedas es como lanzar una moneda. La volatilidad es tan alta, dicen, que bien sería equivalente a apostar en un casino. Otros ven una causa más directa para los movimientos diarios de los precios del dinero virtual: cambios en el suministro de fichas. Y cuando la compañía que hace esas fichas es sospechosa de fraude, el casino en sí mismo tiembla”.
La honorabilidad y buena fe de las empresas creadoras de criptomonedas, así como de los mercados virtuales donde se intercambian ha sido discutida por mucho tiempo. Un ejemplo que menciona el artículo del The Economist, es Tether, una criptomoneda de cuatro años con más de 2.8 mil millones de dólares en circulación, y de Bitfinex, el mercado en el que se cotiza. El 25 de abril, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acusó a ambos de un encubrimiento destinado a ocultar una pérdida de 850 millones de dólares en fondos de clientes y corporativos.
Estamos observando el duro proceso de nacimiento de una nueva forma de mercado de intercambio, el futuro de los sistemas de pago. Las criptomonedas pueden ser el producto de transacción para que el experimento pueda ejecutarse. Al resolver el problema de delincuencia y estar en línea con la regulación de bancos centrales, las criptomonedas podrán ser la sustitución de lo que hoy conocemos como dinero real.
Queridos lectores. Durante los últimos siete meses compartí este espacio con ustedes con el objetivo de que lo encuentren informativo y entretenido, espero lo haya logrado. Dejaré de escribirles por un tiempo esperando poder reencontrarnos pronto. Muchas gracias por su apoyo y hasta la próxima.
•Director de análisis financiero
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