El nuevo chantaje de Trump... y lo que viene

Columnas lunes 12 de agosto de 2019 -

En la narrativa de la 4T para afrontar el narcotráfico y la violencia que conlleva fue desterrado el concepto “guerra”, según se confirma en lo declarado recientemente por el Presidente Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, su discurso pacifista fue utilizado por Washington para revivir la presión al Gobierno mexicano por el tema del narco, siendo que la gran demanda de drogas de todo tipo proviene de los estadounidenses.

La postura de López Obrador de pedir respeto a la soberanía de México sin caer en la confrontación pareciera la indicada ante una asimetría no solo en el ámbito económico entre ambas naciones.

Sin embargo, la prudencia del Gobierno mexicano puede dar pie, como ocurrió hace unos meses con el tema migrante y los aranceles comerciales, a que escale la presión de Estados Unidos hacia México para que incremente la erradicación de plantíos de amapola, incautación de drogas, desarticule grupos del narcotráfico, lleve ante la justicia a jefes narcos y embargue sus bienes.

En política no hay casualidades y es claro que el memorándum de Donald Trump a su jefe de Estado, Mike Pompeo, en el que reprocha que México no está dando muestras claras de que está combatiendo el narcotráfico, responde a lo dicho por López Obrador de que no va a caer en la trampa de declarar la guerra, luego de la ejecución de 19 personas en Uruapan.

Ante tales acontecimientos, el Presidente ofreció que será reforzada la seguridad en ese municipio, en el que estuvo hace unas semanas, y el Valle de Apatzingán, en Michoacán, así como en otros nueve estados, entre éstos Jalisco, Guerrero, Guanajuato y Veracruz.

Insiste en combatir las causas de la violencia, en la política de bienestar, atender a los jóvenes para alejarlos del hampa, en su rechazo al uso de la fuerza para combatir el crimen, y asegura que se está trabajando; no obstante, Trump embiste de nuevo y, como en el tema migrante, puso el plazo, esta vez de 12 meses, para que se perciban los esfuerzos en el combate al narcotráfico.

La amenaza de Washington a México de regresarlo a la lista negra de productores y exportadores de drogas puede tener como resultado un incremento de la violencia en el país, por cierto con armas también procedentes de EU, dado los previsibles afanes de los cárteles para no ser parte de la cuota impuesta por Trump.

Cierto es que se requiere combatir a la delincuencia, sobre todo a los grupos del crimen organizado, ya que su presencia corroe el tejido social, pero también se debe atacar los canales que le permiten lavar los recursos de procedencia ilícita, y esto último solo se logra con colaboración, pues mucha de esta operación se realiza en los grandes centros financieros, como el estadounidense.

Uno de los riesgos del recrudecimiento de la violencia es la afectación a municipios, regiones e incluso estados. Y, con ignominia, México pondrá los muertos mientras los vecinos demandan, cual golosinas, más y más drogas.

•Editor. Actualmente director del portal

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