El posible destino de las Big Techs

Standard Oil Company controlaba casi toda la producción, procesamiento, mercadeo y transportación del petróleo en Estados Unidos y de acuerdo a la opinión de analistas el prácticamente monopolio permitió progresar y avanzar en la producción y distribución a gran escala de productos derivados del petróleo.

Muchos críticos creyeron que la concentración y participación de mercado resultante derivó en un poder económico excesivo; por lo que en 1906, el gobierno de Estados Unidos presentó una demanda contra Standard Oil Company en virtud de la Ley Sherman de competencia logrando, en 1911, la orden a la compañía de Nueva Jersey de deshacerse de sus principales participaciones: 33 empresas en total.

Elizabeth Warren, quien se ha dado a conocer por su incansable lucha por promover una regulación más estricta en el sector financiero de Estados Unidos, publicó en un “blog” su intención de, llegar a la presidencia, buscaría dividir a Amazon, Google y Facebook como parte del esfuerzo para promover competencia en el sector. En particular, Warren opina que, las grandes compañías tecnológicas, tienen hoy en día demasiado poder sobre la economía y la democracia.

En su comunicado, Warren comenta: “Hace veinticinco años, Facebook, Google y Amazon no existían. Ahora se encuentran entre las empresas más valiosas y conocidas del mundo. Es una gran historia, pero también una que resalta por qué el gobierno debe romper los monopolios y promover mercados competitivos. En la década de 1990, Microsoft, el gigante de la tecnología de su época, estaba tratando de convertir su dominio en los sistemas operativos de computadora en el dominio en la nueva área de navegación web. El gobierno federal demandó a Microsoft por violar las leyes antimonopolio y finalmente llegó a un acuerdo. El caso antimonopolio del gobierno contra Microsoft ayudó a abrir un camino para que surjan empresas de Internet como Google y Facebook.”

El perfil de Warren ha sido siempre en defensa del consumidor final ante un sistema que favorece a los grandes corporativos por sobre a la población. Al leer su comunicado y al haber seguido durante los últimos años su lucha hacia una mayor regulación en el sector financiero en el senado de los Estados no me queda duda que de llegar a la presidencia, ésta será una de las principales prioridades en lo que respecta a promover la competencia y nivelar el terreno de juego en el sector tecnológico.