Entornos
POR MARTHA ROJAS
De las más de 68 lenguas nativas que existen en México, al menos el 60 por ciento está en riesgo de desaparecer.
De los poco más de 129 millones de personas que habitan el país sólo seis millones de personas son bilingües, es decir hablan español y algún idioma nativo, y 810 mil son monolingües, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI).
El náhuatl, el maya, el tseltal, el mixteco, el zapoteco y el totonaca son algunas de las lenguas que escasamente se practican. En tanto que Oaxaca, Yucatán, Chiapas, Quintana Roo, Guerrero, Hidalgo, Campeche, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz son los estados que tienen más hablantes de esas lenguas indígenas.
Adicionalmente al día proclamado en 1999 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO) para celebrar los 21 de febrero el Día Internacional de la Lengua Materna, este 2019 fue decretado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
Con ello se busca sensibilizar a la sociedad para que reconozca, aprecie y valore la contribución que éstas hacen a la diversidad cultural y lingüística mundial, así como advertir sobre el riesgo de desaparición en que está la mayoría.
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi, más de 25 millones de personas en México se reconocen como indígenas, pero sólo 7.4 millones, que representan 6.5 por ciento de la población total de México habla alguna lengua.
Entre las lenguas que se están en riesgo extremo de desaparecer se encuentran: ku’ahl y kiliwa y el awakateko.