POR MARTHA ROJAS Y AGENCIAS
“
Un país, salvo casos excepcionales, no se jode en un día”, sentenció el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa al presentar su más reciente novela Tiempos Recios (Alfaguara, 2019), ayer, en Madrid.
Su último escrito aborda el Golpe de
Estado en Guatemala —que, orquestado por Estados Unidos a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)— acabó con el gobierno de Jacobo Árbenz y lo reemplazó con una dictadura militar.
“Mi impresión es que si Estados Unidos en vez de derrocar a Jacobo Árbenz
hubiera apoyado sus reformas, probablemente otra sería la historia de América Latina”, dijo el escritor quien sentenció que dicha operación radicalizó a Fidel Castro e hizo que los jóvenes pensaran en el paraíso comunista además de dar paso a una época “terrible de matanzas y terrorismo” de la que “afortunadamente” se ha salido.
Aseguró que la novela, aunque está
fundamentada en un contexto político e histórico verídico, tiene muchas dosis de fantasía.
A cerca de Tiempos recios, el autor
peruano comentó que ideó el texto luego de un viaje a República Dominicana, en el que un amigo le aseguró que tenía una historia digna de ser contada.
Se trataba de un relato insólito de
cómo tras el derrocamiento de Árbenz el militar Carlos Castillo de Armas ascendió al poder auspiciado por Estados Unidos, que consideraba que el presidente guatemalteco aniquilado intentaba introducir en América Latina el comunismo soviético, y cómo el también dictador dominicano Rafael Trujillo Molina, protagonista de La fiesta del chivo, estuvo implicado.
Se trata de una historia que expone una
América Latina “odiosa y detestable".