Es reconocido como el Mejor Gran Premio de Fórmula 1 en el mundo por cuatro veces de manera consecutiva y no hay quinto malo, pues con la edición 2019 que ganó Lewis Hamilton, los colores, sabores y tradiciones se volvieron a hacer presentes en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Bien dicen que la F1ESTA que se hace cada que se realiza el Gran Premio en nuestro país, es única e inigualable,
y como no había de serlo si para todo aquel que conforma la Fórmula 1, como pilotos, organizadores, aficionados y muchos más, se ha convertido en un completo oasis en el que no falta diversión, comida, tradición, música, apoyo por igual, difusión y cientos de cosas que consienten a los actores principales de este deporte motor.
Hoy en día observar el Gran Circo en México, llena de
color la pupila, pues vemos desfilar un sin fin de catrinas, sombreros de charro, máscaras de luchadores, ropa típica, penachos para presumir a nuestros antepasados, disfraces de personajes icónicos de nuestro país, desde el Chapulín Colorado, hasta El Santo, el enmascarado de plata y es que esta carrera de autos es el pretexto perfecto para sacar a relucir lo mejor de la tierra nacional, y eso también es parte de lo que más de uno se ha enamorado al vivir la experiencia en la Catedral del Automovilismo Nacional.
La afición es apasionada, claro que sí; apoya sin detener un solo grito de motivación, aunque sus pilotos
favoritos alcancen más de 300 kilómetros por hora. También están todos aquellos que acuden y traen su gorra de Ferrari, playeras del mítico Michael Schumacher, el símbolo de la escudería italiana, un héroe que al recordarlo reúne a dos generaciones para poner su esperanza en la nueva generación, que conforma Sebastian Vettel y Charles Leclerc.
Se respira un ambiente familiar, sí, raro que eso se
note en México y es que podemos hacer miles de comparaciones, pero respeto y pasión por el deporte, vaya que la hay; por ejemplo, el olor a aceite y llanta quemada de los monoplazas, también acompaña el aroma de comida y cerveza, mucha cerveza, y hago énfasis en esto porque no se manifiestan escenas de violencia, acá lo único que sale a relucir es la diversión y la velocidad.
Por esto y más, observar la carrera en tierra azteca
se ve a colores y no en grises, esto en comparación con el resto de las sedes, pero ese sabor no sería tan dulce si no hubiera un piloto mexicano y es que aunque en ocasiones es complicado que Sergio Checo Pérez gane el primer lugar, la esperanza en cada vuelta no se apaga y hoy, el jalisciense se ha convertido en un genio de las remontadas, pues ayer arrancó en la onceava posición y terminó como séptimo, igualando su mejor marca en México.
La Fórmula 1 en nuestro país está a la altura, cumple,
logra récords, hace realidad sueños, pero sobre todo, nos permite ver uno de los deportes más espectaculares y prepárense, porque esto no se acaba y el próximo año la F1ESTA continúa.
•Coordinador de Deportes de ContraRéplica
fernando.moreno@contrareplica.mx/@Fer_moreno17