Familia llega a despedir a tres de las víctimas de los LeBarón

maria.cabadas@contrareplica.mx

Entre el dolor y llanto, ayer se llevaron a cabo los funerales de tres de las víctimas de la comunidad LeBarón, en el rancho La Mora, ubicado en el pueblo de Bavispe, en Sonora.

Una caravana de al menos 70 autos y camionetas con matrícula de Estados Unidos, como Utah y Dakota del Norte, que fue escoltada por elementos de la Guardia Nacional, se trasladó a esa localidad de alrededor de 300 habitantes.

“Venimos a honrar su memoria, a tratar de entender lo que está pasando. Es responsabilidad de la autoridad investigar y decirnos qué sucedió. Es un acto de terrorismo para todos los mexicanos”, dijo Alex LeBarón, exdiputado local en Chihuahua, quien se ha involucrado en la política y encabezaba la caravana.

Los integrantes de esa comunidad, asentada desde hace más de un siglo en tierras mexicanas, dieron el último adiós a Dawna Ray Langford, de 43 años de edad, y a sus hijos Trevor, de 11, y Rogan, de tan solo dos.

Rhonita LeBarón, otra de las víctimas de la matanza y sus gemelos ,Titus y Tiana, de ocho meses; así como sus niños, Howard, de 12, y Krystal, de siete, serán enterrados hoy en otro poblado llamado Colonia LeBarón.

“No hay palabras para lo que les pasó, no hay palabras”, dijo Howarth, esposo de Rhonita, quien se disculpó por dejarse atrapar por el llanto, mientras con mirada triste observaba a sus otros tres hijos.

En un incidente que aún no termina de aclararse del todo, hombres fuertemente armados atacaron este lunes tres camionetas conducidas por mujeres, cada una acompañada de sus hijos. Ocho menores sobrevivieron, de los cuales cinco resultaron lesionados.

Según autoridades, el ataque fue obra de los cárteles de Juárez y Sinaloa, durante una disputa por el territorio.

Mientras que para el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, el ataque pudo ser resultado de una “confusión” por parte de grupos criminales que actúan en la zona.

Este martes dijo que los atacantes serían los Jaguares, célula del cártel de Sinaloa, pero el miércoles dijo que fue la Línea, que anteriormente estaba al servicio del de Juárez.

“No sé cuál haya sido la equivocación, ellos supieron que eran mujeres y niños y aun así los agredieron y después de haberlos agredido, les prendieron fuego”, dijo enojado el activista Julián LeBarón.

Además, retó al Gobierno federal al señalar que “ninguna autoridad puede ser legítima (...) cuando te dice ‘no te protejo, pero te prohíbo los medios para que tú te defiendas y te protejas’. Nosotros no aceptamos esta estupidez”.

El martes comenzaron los preparativos para las ceremonias religiosas de las víctimas del ataque del lunes.

Miembros de la comunidad trabajaron en la elaboración de los ataúdes, en los que serán sepultados sus seres queridos.

Se estima que cientos de visitantes pernoctaron en la localidad antes de los entierros del jueves, ocupando los pisos de las casi 30 viviendas o en tiendas de campaña que ellos mismos llevaban. Al menos una vaca fue sacrificada para ayudar a alimentar a la gente

En Tucson, Arizona, dos de las pequeñas internadas tras los ataques fueron dadas de alta; mientras que otros tres menores siguen hospitalizados tras la agresión de la que pudieron escapar.